CIUDAD DEL VATICANO, 11 mayo 2001 (ZENIT.org).- El cardenal Darío Castrillón Hoyos, presidente de la Comisión Pontificia «Ecclesia Dei», encargada de las relaciones con los fieles de la Fraternidad Lefebvrista de San Pío X que quieren regresar a la comunión plena con la Santa Sede, inició en Alemania y Suiza, una serie de conversaciones con Bernard Falley, guía de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X.
Actualmente se analizan posibles soluciones para dar cauce a su incorporación plena a la comunión y superar así la ruptura consumada el 30 de junio de 1988. La noticia ha sido confirmada por la agencia de noticias católica AICA.
Según explicaba el diario italiano «La Repubblica»», en su edición del 10 de mayo, la Santa Sede estaría analizando la posibilidad de crear para los lefebvristas una «administración apostólica». Se trata de una institución que depende directamente del pontífice, pero que no tiene las atribuciones pastorales ni magisteriales de una «prelatura personal» (la única prelatura personal que actualmente existe en la Iglesia católica es el Opus Dei).
El interés del Papa por restañar esta herida abierta a la unidad de la Iglesia parece claro. Al menos eso es lo que cabría deducir de los nombramientos, como miembros de la Comisión «Ecclesia Dei» del cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; el cardenal Jorge Medina, prefecto de la Congregación para el Culto Divino; el cardenal Louis-Marie Billé, presidente de la Conferencia Episcopal Francesa y el arzobispo Julián Herranz, presidente del Consejo Pontificio para la interpretación de los textos legislativos.
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May 11, 2001 00:00