MOSCU, 27 mayo 2001 (ZENIT.org).- A pesar de que el «ministro» de Asuntos Exteriores del Vaticano ha dejado claro de que la Santa Sede por el momento no está preparando un viaje del Papa a Moscú, el 69 por ciento de la población considera que podría ser positiva.
Monseñor Jean-Louis Tauran, secretario para las Relaciones con los Estados, que hoy culminó las celebraciones de los diez años de la salida de la clandestinidad de la Iglesia católica en Rusia, ha dejado claro a través de un comunicado que en esta visita no ha hablado «ni de la preparación de una visita de Juan Pablo II a la Federación Rusa, ni de la organización de un encuentro del pontífice con el Patriarca de Moscú y de toda Rusia Alejo II».
Por el momento, todo proyecto de este tipo se encuentra entre paréntesis, hasta ver los resultados que podría traer la visita del obispo de Roma a Ucrania, que tendrá lugar del 23 al 27 de junio y a la que se ha opuso en meses pasados el arzobispo metropolitano de Kiev, Vladimir, obediente al patriarcado ortodoxo de Moscú.
Con motivo de las celebraciones del renacimiento de la Iglesia católica en Rusia, se ha celebrado en la capital rusa en este fin de semana un «Simposio bíblico-eclesiológico» en el que han participado cuatrocientos delegados católicos provenientes de toda Rusia, junto a representantes de otras confesiones cristianas del país.
A pesar de estas advertencias de monseñor Tauran, la perspectiva de un viaje papal ha vuelto a ser noticia en Rusia con su visita. El diario «Nezavisimaja Gazeta», uno de los medios más respetados de la capital, hace unos días preguntó a sus lectores si consideran la venida de Juan Pablo II a Moscú un hecho positivo o no.
Han respondido 647 personas: el 46,8% considera que una visita del Papa sería «positiva y necesaria» en todo caso; el 21,3% piensa que sería «positiva sólo si el Papa está dispuesto a hacer concesiones sobre el problema de los greco-católicos y otros».
El 31,8%, por último, es de la opinión de la que la visita sería «negativa y el Patriarca no debe en ningún caso entrevistarse con el Papa».
El periodista Filipp Taratorkin, corresponsal del Vaticano de la agencia «strana.ru», observa a su vez que, sobre todo los intelectuales, tienen una idea positiva del Papa y del catolicismo.
«A los ojos de los intelectuales rusos --escribe Taratorkin-- el Papa de Roma es la encarnación de Occidente en el sentido más elevado y, por así decir, refinado de la palabra».
El Papa, añade, «aparece como un hombre abierto y sincero, como un sacerdote que se toma en serio su ministerio y, por último, es sencillamente una persona simpática».
Las obras del Papa, que «se venden en cualquier gran librería de Moscú», «convencen porque habla a los fieles en una lengua sencilla y accesible que al mismo tiempo revela en el autor un hombre instruido, culto, que sabe dominar el estilo».
Además, sigue explicando el «vaticanista», «el rechazo del patriarca Alejo II a entrevistarse con el Papa y las declaraciones críticas, tanto del mismo Patriarca como de otros prelados contra él, crean en el público la impresión de que el Patriarca quiere evitar el encuentro con el pretexto de los problemas no resueltos en las relaciones entre ortodoxos y católicos, en vez de tratar de resolver estos problemas al máximo nivel eclesiástico».
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May 27, 2001 00:00