KATMANDU, 6 junio 2001 (ZENIT.org).- El salvaje atentado con arma de fuego que acabó con las vidas del rey Birendra Bir Bikram Shah, la reina Aishwarya de Nepal, y otros seis miembros de la familia real, presuntamente a manos del príncipe heredero designado Dipendra, ha entristecido profundamente a la comunidad católica de este país de Asia central, en el Himalaya, con 19 millones de habitantes.
Los nepaleses cristianos se reunieron a recitar plegarias por el Rey hindú asesinado y la Reina en las iglesias y casas de oración el 3 de junio. Los feligreses de la Iglesia de la Asunción en Katmandú colocaron fotografías del Rey y la Reina en el altar y oraron por el eterno descanso de sus almas.
En Nepal hay unos seis mil católicos que leyeron frases del mensaje de condolencia enviado por el Papa al nuevo rey Gyanendra en los periódicos nacionales. El prefecto apostólico monseñor Anthony Sharma recibió un mensaje de condolencia del arzobispo Benedict Osta de Patna, Bihar (India).
Los católicos de Katmandú y de todo el país también mostraron su condolencia firmando los libros que han sido puestos a disposición en los 75 distritos de Nepal y misiones extranjeras, incluyendo la Embajada de Nepal en Delhi y el Consulado de Nepal en Calcuta.
Ha sido declarado un periodo oficial de luto de cinco días, a contar tras la muerte de Dipendra, que se convirtió oficialmente en Rey durante tres días, antes de fallecer el 4 de junio. En estos días de duelo no hay alimentos, dulces, ni canciones y no se pueden celebrar ni matrimonios ni ninguna otra festividad durante 13 días; el número simbólico de días en que los niños hindúes hacen luto por sus padres muertos.
Mientras tanto, en Darjeeling, el padre jesuita Leo Forestel, que dio clases al rey Birendra en el Colegio de San José de esta ciudad, en los años 50, estalló en lágrimas cuando supo que el Rey había sido víctima de un regicidio.
«Era un alumno normal pero disciplinado, con una notable buena conducta y sincero, cuando fue estudiante entre 1953 y 1958», recuerda el padre Forestel, que ahora tienen 72 años y esta retirado. «Pido a Dios que su alma descanse en paz», añadió. En el colegio, una prestigiosa institución católica dirigida por los jesuitas, se celebraron exequias el pasado lunes.
Los monarcas de Nepal, tanto el Rey como la Reina, habían estudiado en instituciones católicas de India. La Reina estudió en el Colegio del Convento de Santa Elena en Kurseong in Darjeeling, en Bengala Occidental, y luego, ya en Nepal, en el Colegio de Santa María de Katmandú.