CIUDAD DEL VATICANO, 28 noviembre 2001 (ZENIT.org).- La crisis de vocaciones a la vida religiosa debe aumentar la confianza en Dios y la cooperación mutua, afirma Juan Pablo II en un mensaje dirigido al padre Jesús Mª Lecea Sainz, presidente de la Unión de Conferencias Europeas de Superiores Mayores (UCESM).
Del 27 de noviembre al 2 de diciembre 41 Conferencias Nacionales de Religiosos y Religiosas de 23 países europeos en representación de los cerca de 400.000 religiosos y religiosas de vida activa se encuentran reunidos en Salzburgo (Austria) para analizar los desafíos de la vida religiosa en el viejo continente en el umbral del siglo XXI.
La asamblea general tiene por lema «Pasad a la otra orilla … No tengáis miedo». En este sentido, el Papa subraya en su mensaje la discrepancia entre el Evangelio, y los votos religiosos por un lado, y el mundo secularizado por otro.
El Papa comparte así la preocupación por la carencia de nuevas vocaciones que experimentan muchas congregaciones, con el consiguiente envejecimiento de sus religiosos y religiosas. Ante esta realidad, el pontífice les invita a confiar en Dios y a fomentar la cooperación.