CIUDAD DE MÉXICO, 25 marzo 2002 (ZENIT.org).- Las naciones poderosas sufrirán terriblemente si no son más solidarias con los países pobres, afirmó este domingo el cardenal Norberto Rivera Carrera, al comentar los resultados de la Conferencia Internacional sobre Financiación y Desarrollo celebrada la semana pasada en Monterrey.
Según afirmó el purpurado en declaraciones recogidas este lunes por la prensa mexicana, el reto que ha planteado la cumbre mundial ha sido globalizar la solidaridad.
«Creo que la globalización es un fenómeno al que nadie puede oponerse, es un hecho –afirmó–. Aquí lo importante es que así como se han globalizado o se han idealizado muchos fenómenos, también se globalice la solidaridad».
Sin embargo, añadió, ese fenómeno económico, que tiene repercusiones en todo el mundo, es necesario. De hecho, afirmó los así llamados «globalifóbicos» (militantes antiglobalización) utilizan los medios de la globalización para extender sus redes en las más diversas partes del mundo.
El arzobispo primado de México explicó que el problema no es la globalización, «el problema es que somos poco solidarios».
Acerca de la condonación de la deuda de los países pobres, el cardenal Rivera indicó que es un punto en el que la comunidad de naciones tiene que seguir trabajando.
