ROMA, 16 abril 2002 (ZENIT.org–Avvenire).- El escritor judío Marek Halter, de origen polaco, ha mantenido contactos en días pasados con Juan Pablo II sobre la situación en Oriente Medio. En las últimas semanas, se ha entrevistado tanto con Ariel Sharon como con Yasser Arafat.
Vino a Roma en respuesta a una llamada telefónica del obispo Stanislaw Dziwisz, «secretario del Papa y gran amigo mío», como dice el escritor.
«Creo firmemente en la paz –dice Halter–. Es la única vía posible porque la ofensiva militar no es ciertamente una solución».
–¿Por qué vino a Roma para encontrarse con el Papa?
–Marek Halter: Cuando se ha sabido de mis entrevistas con Hosni Mubarak, Arafat y Sharon, monseñor Stanislaw me llamó por teléfono para decirme que el Papa quería que le hablase de estas entrevistas. Una cosa es leerlas en los periódicos y otra cosa es el testimonio directo.
–¿Qué sale de estos encuentros?
–Marek Halter: Hay tres elementos a tomar en consideración. La política en primer lugar. Con las manifestaciones pro Palestina y pro Israel, estamos todavía lejos de la idea de una sola manifestación por la paz. Somos capaces de estar «contra» alguien y no «a favor», porque es más fácil, en realidad. El segundo elemento es la reivindicación de cada una de las partes. Es justa la de Palestina, que tiene necesidad de formar un Estado. Luego está la legítima aspiración de Israel a la seguridad. En Jerusalén, en Tel Aviv, la gente tiene miedo. Son dos reivindicaciones justas. En tercer lugar, está la relación personal entre estos dos hombres que es ya dramática.
–¿Por qué dramática?
–Marek Halter: Para Shakespeare la relación entre Arafat y Sharon sería muy interesante. Para la historia, en cambio, esta relación es terrible porque la gente muere. Cuando he hablado con ambos, la mitad de la discusión estaba toda centrada en el odio hacia el otro.
–¿Quiere decir que sin estos personajes se llegaría antes a la paz?
–Marek Halter: Este liderazgo agrava la situación, con otro, en una semana o dos al máximo, se podría firmar la paz. Pero no es posible cambiarlo. Ambos han sido elegidos democráticamente. Arafat hace dos semanas había dejado de ser popular, hoy es un «líder máximo» gracias a Sharon. Cada uno es el mejor propagandista del otro.
–Las comunidades israelitas se sienten traicionadas por Occidente que parece solidarizarse más con los árabes palestinos. ¿También usted tiene esta sensación?
–Marek Halter: La solidaridad con el pueblo judío, tras la Segunda Guerra, nacía más por preocupaciones personales que por un verdadero interés hacia el otro. Tras la guerra, la mala conciencia por el Holocausto ha hecho que toda Europa se solidarizara con el pueblo judío para crear un Estado de Israel. Han pasado sesenta años: hoy la nueva generación tiene mala conciencia por el Tercer Mundo. Está contra la globalización y piensa que el drama palestino se debe a la política imperialista estadounidense. Por tanto…
–¿Qué puede hacer Europa por la paz en Medio Oriente?
–Marek Halter: Temo que poco. Europa no tiene una diplomacia común. Tiene la moneda común pero no una defensa común. Si quisiera mandar 30.000 soldados no podría hacerlo. Estados Unidos en cambio puede hacerlo. Europa puede utilizar sólo una fuerza moral, pero esto podría incluso molestar, porque Medio Oriente se siente adulto y quiera actuar por sí mismo.