NAIROBI, 26 mayo 2002 (ZENIT.org).- Los obispos católicos de las áreas del Sur de Sudán controladas por el Movimiento para la Liberación del Pueblo de Sudán (SPLM/A) expresaron su satisfacción por el informe realizado por el enviado especial para la paz en Sudán del presidente estadounidense George W. Bush, el senador John Danforth.
En un comunicado de prensa hecho público el 22 de mayo y firmado por monseñor Paride Taban, presidente de la Conferencia Episcopal Católica Regional de Sudán (SCBRC), los obispos recuerdan que, desde su nombramiento, el senador Danforth ha hecho dos visitas al Sur de Sudán para «ver y tocar por sí mismo el insoportable sufrimiento de este pueblo».
La SCBRC expresa su esperanza de que la implicación del enviado pueda conducir a mejorar los derechos humanos en las Montañas Nuba y a que Estados Unidos desempeñe un papel activo para lograr el fin de la prolongada guerra.
Lamentablemente, afirman los obispos del Sur de Sudán, con el cese de las hostilidades en las Montañas Nuba, el Gobierno de Jartum ha desplegado estas fuerzas en el Alto Nilo Occidental en torno a los campos de petróleo.
La SCBRC se siente feliz del reconocimiento del informe Danforth de la Declaración de Principios del IGAD (Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo) sobre el derecho a la autodeterminación del pueblo del Sur de Sudán, de acuerdo con la Ley Internacional sobre destinos sociales, económicos y políticos.
En una declaración hecha pública tras el Foro Ecuménico de Sudán (SEF), del que la SCBRC es miembro. En teoría se trata de un derecho reconocido por el Gobierno de Jartum, pues el artículo 139 de la Constitución del Gobierno de Jartum de 1998 es explícito sobre el derecho del pueblo a la autodeterminación, recuerdan los obispos.
El informe Danforth ha subrayado también que la religión es un factor muy importante en Sudán. Los obispos han señalado que, antes de la declaración de la sharia (ley islámica) como ley estatal, el pueblo sudanés coexistía sin gran antagonismo como una sociedad multirreligiosa, multirracial, multiétnica y multicultural. La sharia como ley ha introducido, afirman, graves diferencias entre la fe islámica y las otras confesiones.
La Iglesia católica, indican los obispos, ha llamado al diálogo y la tolerancia, organizando conferencias para lograr la comprensión entre el Islam y otras confesiones. En vista de la sharia impuesta a la fuerza, indican los obispos, el derecho de los no musulmanes debe ser tenido en cuenta así como el derecho a determinar lo que desean.