El cardenal de México condena la matanza de campesinos en Oaxaca

Una consecuencia de la marginación que hay desterrar, dijo

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CIUDAD DE MÉXICO, 3 junio 2002 (ZENIT.org).- El arzobispo primado de México pronunció este domingo durísimas palabras para condenar la masacre de veintiséis campesinos en el estado sureño mexicano de Oaxaca, por una supuesta disputa de terrenos.

«Es terrible, que todavía en nuestra patria se den esos crímenes», afirmó el cardenal Norberto Rivera Carrera tras presidir la celebración del «Corpus Christi» en la catedral metropolitana.

«Debemos desterrar de nuestra patria esa violencia que tanto nos daña», afirmó, asegurando que una de las primeras causas de estos dramas es la «marginación» en que viven muchas comunidades campesinas.

La noche del viernes, en un paraje denominado Agua Fría, en el municipio de Textitlán, según fuentes de la procuraduría estatal, «resultaron muertas 26 personas y una lesionada como consecuencia de un ataque a balazos perpetrado por un grupo de personas armadas».

Uno de los sobrevivientes, que conducía el camión en el que viajaban los campesinos con destino a Santiago Xochiltepec fue detenido por un grupo de individuos armados. En ese momento dispararon contra el camión, según explicó la procuraduría.

La policía dijo el domingo que 16 personas de Santo Domingo Teojomulco fueron detenidas por su participación en la matanza y trasladadas a la capital de Oaxaca. Sólo hubo seis sobrevivientes.

Las autoridades señalaron que en la zona, ubicada en la sierra sur de Oaxaca, existen antiguos conflictos agrarios que en otras ocasiones han causado la muerte de decenas de personas. El primer asesinato por este motivo tuvo lugar en 1936.

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ZENIT Staff

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