ROMA, 6 junio 2002 (ZENIT.org–http://www.cbcj.catholic.jp/2002/ ].
La labor de la Iglesia católica en la opinión publica japonesa es conocida sobre todo por sus obras educativas (desde jardines de infancia hasta universidades) y sanitarias (hospitales), fundadas por los misioneros llegados después de 1870 (tras décadas de martirio y persecución), que gozan de óptima reputación.
En estos momentos tiene lugar en Japón un fenómeno muy particular provocado por esta buena percepción del catolicismo en el país: la petición creciente de matrimonios y funerales por el rito católico. La Iglesia se encuentra en un proceso de discernimiento para separar lo que es una «moda» de un auténtico deseo de acercamiento a la fe.
Además es fuerte entre los japoneses la consideración hacia Juan Pablo II que visitó el país en 1981.
Hay otro dato sorprendente: en un país de mayoría sintoista y budista, los cristianos son oficialmente el 1%, pero al menos el 3% de los japoneses se declara tal (sin serlo). Una prueba de la atracción que ejerce entre ellos la persona de Cristo.