La canonización del padre Pío batirá récords

Más peregrinos que en la beatificación: asistieron 300.000 personas

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CIUDAD DEL VATICANO, 13 junio 2002 (ZENIT.org).- Roma podría batir este domingo un récord de afluencia de gente a la plaza de San Pedro del Vaticano con motivo de la canonización del padre Pío de Pietrelcina.

La beatificación del fraile capuchino, el 2 de mayo de 1999, ya había batido récords: al faltar espacio en el Vaticano para acoger a los 300.000 fieles presentes, unos 100.000 tuvieron que seguir la ceremonia en la plaza de San Juan de Letrán a través de pantallas gigantes.

En la historia de Roma sólo un encuentro ha atraído una cifra superior de peregrinos en un solo día: las Jornadas Mundiales de la Juventud de agosto de 2000, pero por motivos logísticos los dos millones de chicos y chicas se reunieron con el Papa en una gran explanada en las afueras de la ciudad (Torvergata).

Por el momento es imposible hacer cálculos precisos sobre el número de personas que vendrán a Roma. La Casa de Alivio del Sufrimiento de San Giovanni Rotondo, fundada por el padre Pío, ha distribuido ya 250.000 entradas para participar en la eucaristía.

Se desconoce, sin embargo, cuántos vendrán a la Ciudad Eterna sin haber reservado un sitio. Los encargados de la organización logística han previsto la instalación de unas doce pantallas gigantes en la Vía de la Conciliación, que desemboca en la plaza de San Pedro, pero serán insuficientes.

A primeras horas del domingo, llegarán a Roma 4.000 autobuses y 50 trenes especiales.

Desde el jueves hasta el sábado está teniendo lugar todos los días un solemne rito de preparación para la canonización en la Basílica de Santa María la Mayor: se reza el Rosario meditado — dirigido por el padre Pietro Bongiovanni, coordinador de los Grupos de Oración del Padre Pío — y se celebra la misa.

Otros 150 grupos en parroquias, universidades, hospitales y casas de ancianos se preparan por todo Roma para el día tan esperado.

En la Iglesia de los Santos Estigmas de San Francisco, donde en 1968 se celebró la primera misa de sufragio por el fraile fallecido con fama de santidad, la afluencia de peregrinos es constante.

«La gente entra a todas horas –constata el padre Antonino Ubaldi, rector de la Iglesia–. Se recogen en oración durante unos minutos y después se retiran».

En esta iglesia, a las 17:30 horas del 21 de junio se celebrará una liturgia de acción de gracias, como aquella primera misa de hace 30 años, presidida por el cardenal Fiorenzo Angelini, presidente emérito del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud.

La diócesis de Roma –conocida comúnmente como la Vicaría– presenta estos días una exposición dedicada al nuevo santo con el título «La gran luz. El padre Pío», en la que se enseñan reliquias, fotografías y objetos que le pertenecieron. La muestra reúne también aspectos científicos sobre algunos misterios de la vida del capuchino.

En el momento en que el Papa proclame su santidad, la diócesis india de Tura (estado de Meghalaya) colocará la primera piedra de una iglesia, un ambulatorio y una escuela dedicados al fraile de Pietrelcina.

¿Qué diría el padre Pío de todo esto? El padre Florio Alessandro Tessari, postulador general de la causa de canonización, responde: «No le habría gustado toda esta historia. Era una persona muy reservada y habría huido al ver tanto ruido».

«Lo importante es no olvidar que no debemos ponerle por encima de todo, que Jesucristo es el auténtico, el único protagonista de la salvación».

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ZENIT Staff

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