DALLAS, 14 junio 2002 (ZENIT.org).- El proyecto de Carta de conducta ante los abusos sexuales de sacerdotes, analizado por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, ha sido endurecido asumiendo drásticas medidas, en particular la expulsión del ejercicio del ministerio sacerdotal.
Lo anunció el presidente de la Comisión del episcopado creada especialmente para afrontar este argumento, cuando todavía se estaba debatiendo la carta que debería ser votada al final del viernes.
El arzobispo de Minneapolis-Saint Paul, monseñor Harry Flynn, reveló además que se han adoptado numerosas modificaciones al proyecto de carta durante los debates que han tenido lugar entre la tarde y noche del jueves y el viernes en un hotel de Dallas (Texas).
«El documento va más allá y se ha prestado gran atención al artículo 5, que ha sido modificado y clarificado de manera canónica», ha declarado el prelado presidente de la Comisión «ad hoc» encargada de la redacción del proyecto de carta.
«En resumen, ningún sacerdote o prelado que haya abusado de un menor podrá seguir ejerciendo su ministerio», declaró el arzobispo Flynn.
El artículo 5 preveía la exclusión inmediata del ejercicio del ministerio sacerdotal para todo sacerdote responsable de haber agredido sexualmente a un menor.
Incluía una cláusula en la que no se preveía la inmediata expulsión cuando si se tratara de una sola falta cometida hace años. De todos modos, en esos casos singulares, si el sacerdote no era reducido al estado laical, se le habría prescrito un tratamiento especial.
Esta cláusula ha sido eliminada por propuesta de la Comisión «ad hoc», después de haber escuchado crudos testimonios de personas víctimas de abusos sexuales de clérigos.
Este cambio muestra «que nos tomamos en serio los testimonios que escuchamos ayer [jueves] y que tomamos todas las medidas pastorales posibles para responder a la enorme crisis que ha desgarrado la confianza de nuestros fieles», subrayó el arzobispo.
Otro de los elementos de la propuesta debería prohibir a las diócesis firmar acuerdos confidenciales con las víctimas en respuesta a denuncias civiles sobre abusos sexuales, a no ser que las víctimas insistan.
Al cierre de esta edición, los 288 obispos participantes en la reunión, que se clausurará mañana, de los cuales ocho son cardenales, estaban analizando otras enmiendas al texto final, antes de someterlo a la votación final.