Según confirmó monseñor Mazzolari a la agencia misionera MISNA , el domingo pasado un avión «Antonov» dejó caer seis artefactos contra objetivos civiles y humanitarios causando la muerte a cuatro personas y heridas a otras siete.
«Estas operaciones forman parte de una estrategia del terror lanzada contra inocentes», declaró monseñor Mazzolari, añadiendo: «De hecho, en Malwakon no hay rebeldes del SPLA (Ejército de liberación popular de Sudán), sino sólo agencias humanitarias».
«Condenamos firmemente este feroz ataque contra nuestra gente, en un momento en que el hambre avanza inexorablemente», declaró.
«Ahora habrá más desplazados, obligados a huir con la esperanza de salvar a sus propias familias, pero tendrán que moverse sin alimento ni agua», afirmó el obispo de Rumbek.
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Jun 25, 2002 00:00