CIUDAD DEL VATICANO, 4 septiembre 2002 (ZENIT.org).- El mundo, que añora la verdad, tiene necesidad de la Biblia. Este diagnóstico lleva a Juan Pablo II a renovar el «apostolado bíblico» para «hacer la Escritura accesible a todos los pueblos».
El pontífice expresa esta convicción en un mensaje enviado al obispo Vincenzo Paglia, de Terni (Italia), con ocasión de la VI asamblea plenaria de la Federación Bíblica Católica, de la que es presidente. La reunión se celebra en Beirut (Líbano) del 3 al 12 de septiembre con el lema: «Me has hecho conocer los caminos de la vida», tomado del Salmo 16.
«Confiando en la fuerza y en el poder de la Palabra de Dios –escribe el Papa –, la Federación Bíblica Católica tiene la gran responsabilidad –que es de toda la Iglesia– de hacer que la Palabra Divina sea accesible a la gente en todos los lugares del mundo para que pueda enraizarse y florecer en sus corazones».
El Santo Padre afirma que «el esfuerzo por lograr una renovada escucha de la Palabra de Dios, que es un elemento necesario de la nueva evangelización, también refuerza los lazos de unidad que ya existen entre todos los cristianos».
El mensaje pontificio concluye pidiendo que la reunión de la Federación sea una «ocasión fructífera para examinar lo que se ha logrado hasta el momento y determinar lo que es necesario hacer todavía para proclamar la Palabra de Dios en un mundo que añora la verdad».
