BAGDAD, 11 septiembre 2002 (ZENIT.org).- El miedo a un posible bombardeo, así como la oración por las víctimas de los atentados en Estados Unidos, han dominado el 11 de septiembre de una religiosa en Bagdad que ha preferido no dar su nombre.
En declaraciones a la agencia misionera Misna, la religiosa, que trabaja para el patriarca de los caldeos de Bagdad, Raphael I Bidawid, afirma: «Rezo por las víctimas del 11 de septiembre y por la pobre gente de este país que vive desde hace meses con la pesadilla de una acción militar».
«Rezo también para que las personas aprendan del dolor de los otros», concluye la religiosa.