¿Hasta dónde llegará la investigación con células estaminales?

Continúan los debates políticos y los miedos éticos

Share this Entry

WASHINGTON, 21 septiembre 2002 (ZENIT.org).- Hace más de un año desde que el presidente George W. Bush anunciara que limitaría la financiación federal para la investigación usando células estaminales humanas provenientes de embriones. En su comunicado del 9 de agosto del 2001, el líder norteamericano restringió la financiación a sólo 60 cepas de células estaminales. Desde entonces el debate, y la investigación, se ha intensificado en muchos países.

El Washington Post informaba el pasado 6 de agosto de que sólo nueve laboratorios de investigación han solicitado una primera tanda de financiaciones federales según las nuevas directrices. Algunos investigadores están preocupados de que otros países estén dejando atrás a Estados Unidos, afirmaba el periódico.

Pero Richard Doerflinger de la Conferencia Episcopal Católica de Estados Unidos ha dado la bienvenida a esta moderación en la investigación. “Pienso que es una investigación controvertida”, afirmaba Doerflinger. “Y es un factor que los científicos e investigadores deberían tener en cuenta”.

En cualquier caso, las restricciones sólo se aplicarán a la financiación federal, observaba el New York Times el 7 de agosto. Además, en marzo pasado, el Instituto Nacional de Salud determinaba que los investigadores financiados federalmente podrían también estudiar nuevas líneas de células estaminales humanas, siempre y cuando no mezclen la financiación federal y la privada.

Debates en otros países
En Australia, el parlamento federal ha comenzado a discutir sobre la investigación con células estaminales y la clonación. Según la propuesta hecha por el primer ministro John Howard, podría seguir adelante la investigación usando embriones “sobrantes” de los tratamientos de fertilización in vitro. La ley propuesta podría, sin embargo, excluir la creación de embriones para la investigación.

Mientras el parlamento se preparaba para abordar el asunto, tuvo lugar una reunión el 11 de agosto en Sydney para protestar contra el uso de embriones humanos para la investigación. “Ninguna sociedad civilizada tiene el derecho de reducir el estatus del ser humano al nivel de un instrumento experimental o una rata de laboratorio”, decía el senador Brian Harradine, un independiente, según lo citaba el Sydney Morning Herald del día siguiente.

Intervinieron en el acontecimiento el primer ministro adjunto John Anderson, el arzobispo católico de Sydney, George Pell, su contraparte anglicana, Peter Jensen, y algunos miembros del parlamento.

El debate sobre la legislación continúa en la Cámara Baja, mientras el Senado ha pedido un comité para informar sobre el tema el 24 de octubre. Todos los partidos permitirán un voto de conciencia.

En Canadá, hace seis meses que las autoridades autorizaron la investigación con células estaminales. El Instituto Canadiense de Investigación de la Salud marcó las pautas que le permiten financiar a científicos que realizan sus investigaciones con embriones humanos sobrantes de abortos y tratamientos de fertilidad, informaba el 5 de marzo el Globe and Mail.

El método elegido para permitir la investigación levantó críticas tanto de los partidos de la oposición como de miembros del Partido Liberal en el poder. “El papel del parlamento y de lo público, no el de los investigadores, es determinar los límites éticos de la investigación o la aplicación del conocimiento genético a la hora de ser puesta en manos de la salud pública”, afirmaba Paul Szabo, un miembro liberal del parlamento.

El parlamento de Alemania, tras un acalorado debate de meses, dio su aprobación final a las importaciones de células estaminales humanas. La ley permite importaciones de células estaminales ya producidas para proyectos de “abrumadora importancia”, donde no pueda usarse otro método de investigación, informaba el 25 de abril Associated Press. Se mantiene la prohibición en Alemania de crear células embrionales con meros fines de investigación.

En la Unión Europea, la financiación de la investigación con células estaminales está ahora en el punto de mira. A finales de julio, un anuncio oficial de la presidencia danesa anunciaba que el bloque de 15 países retrasará la financiación de embriones humanos y células estaminales hasta el 2003, informó Reuters el 31 de julio. Dinamarca ocupa ahora la presidencia rotativa de la Unión Europea.

Se congelará la financiación de la Unión Europea mientras se formulan pautas bioéticas sobre la investigación que tenga que ver con embriones humanos o células estaminales provenientes de embriones humanos, hacía notar una declaración oficial.

Para los siguientes cuatro o cinco años, 2.150 millones de euros (2.090 millones de dólares) se destinarán a la investigación genética relacionada con la salud. De esta cantidad, cerca de 300 millones de euros irán a la investigación con embriones abortados y sobrantes de la fertilización in vitro. Sin embargo, los gobiernos nacionales no se verán limitados por la decisión de la Unión Europea; son libres de gastar de sus presupuestos domésticos si lo creen adecuado.

El Reino Unido, de hecho, ha seguido adelante con su investigación. El Telegraph de Londres informaba el 2 de marzo de que se habían concedido las primeras licencias para permitir experimentos con células estaminales. Las aplicaciones del Centro para Investigación del Genoma de Edimburgo y del Guy’s Hospital y del King’s College de Londres lograron la aprobación de la Autoridad de Fertilización Humana y Embrionología.

El Instituto Nacional del Reino Unido para los Estándares y el Control Biológico logró también un contrato de 2.600.000 libras esterlinas (4 millones de dólares) del Consejo de Investigación médica, para establecer el primer banco europeo de células estaminales, informó la BBC el 9 de septiembre. El banco reunirá las líneas nuevas y las existentes de células estaminales de adultos, fetos y embriones.

La Alianza Pro-Vida rechazó la decisión. “Como miembros comprometidos de la sociedad, queremos ver curas éticas de las enfermedades humanas”, afirmaba el grupo. “Pero este banco también conseguirá células estaminales provenientes de fetos y embriones, y esto sólo se puede obtener a través de la destrucción deliberada de la vida humana”.

La promesa de células estaminales de adultos
Una alternativa a la destrucción de embriones es el uso de células estaminales provenientes de adultos. El año pasado se vio un constante flujo de informes sobre lo prometedor de la investigación en esta área. La revista Nature, por ejemplo, informó en su entrega del 21 de junio de que un equipo de científicos “ha reunido evidencias de haber aislado células estaminales provenientes de la médula ósea de un ser humano adulto, que pueden producir todos los tipos de tejidos del cuerpo, desde la sangre a los músculos o a los nervios”.

El diario médico Lancet también publicó un estudio con resultados positivos, informó Associated Press el 8 de agosto. Los investigadores han tenido éxito al crear nuevos vasos sanguíneos, tras inyectar a los pacientes sus propias células estaminales en los músculos de la pierna, para eliminar el dolor por mala circulación y ayudar a prevenir la gangrena o las amputaciones.

Mientras tanto, científicos alemanes han logrado éxitos usando células estaminales provenientes de la médula ósea de los propios pacientes, para reparar o limitar el daño causado por ataques de corazón, informaba el Wall Street Journal el 3 de septiembre. El estudio fue publicado por Circulation: Journal of the American Heart Association.

No todos los experimentos usando células estaminales de adultos se han visto coronados por el éxito. El número del 23 de agosto de la revista Science publicaba una investigación que mostraba los problemas en los tratamientos con rato
nes. Los científicos intentaron usar la médula ósea de adultos para desarrollar células del cerebro, sin resultados positivos.

Sin embargo, el autor del estudio, el doctor H. David Shine del Colegio Baylor de Medicina en Houston, Texas, dijo a Reuters Health el 22 de agosto que estos resultados están lejos de poner punto final a la potencialidad de las células de la médula ósea de adultos en el tratamiento de los daños cerebrales. Se debe trabajar mucho más, afirmó.

Y apenas hace dos semanas, ha habido noticias positivas sobre cómo ayudan las células estaminales de adultos a regenerar el cerebro. Los investigadores, liderados por el neurólogo Simon Koblar de la Universidad de Adelaida, afirmaron que habían descubierto un “mecanismo guía” neuronal, que dirige la migración de las células estaminales en el cerebro, informó el Sydney Morning Herald el 10 de septiembre.

Por ejemplo, en las áreas dañadas del cerebro por un golpe, una enfermedad de Parkinson o por traumas producidos por un accidente, puede ser posible el uso del mecanismo de guía para redistribuir las propias células estaminales del paciente sobre el área dañada y repararla, afirmaba el Dr. Koblar.

“La investigación o la experimentación sobre seres humanos no puede legitimar actos que son en sí mismos contrarios a la dignidad de las personas y a las leyes morales”, observa el Catecismo de la Iglesia Católica, No. 2295. Salvaguardar este principio es más importante que nunca en esta área de tan rápido desarrollo.

Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación

@media only screen and (max-width: 600px) { .printfriendly { display: none !important; } }