Asimismo, las víctimas y en algunos casos también los agresores recibieron ayuda psicológica del equipo de profesionales de la Fundación Familia del Arzobispado de Valencia.
En declaraciones que publica en su número del próximo domingo el semanario diocesano Paraula, García Montagud indica que los malos tratos pueden ser «causa de separación de acuerdo al canon 1.153 del Código de Derecho Canónico».
«Tenemos la obligación en los tribunales eclesiásticos de profundizar en la causa del problema y los malos tratos son síntoma de una patología que incapacita para el matrimonio en la mayoría de los casos», ha indicado García Montagud.
Además, desde hace un año, por expresa indicación del arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco, las causas de nulidad basadas en malos tratos gozan de una «tramitación urgente» y tienen «prioridad en los trámites probatorios».
Los malos tratos familiares «no son la principal alegación de nulidad matrimonial, ya que en numerosas ocasiones las víctimas los ocultan», aclara García Montagud.
No obstante, las pruebas testificales que se desarrollan en los tribunales eclesiásticos «son de gran profundidad y es fácil que afloren muchas cuestiones soterradas que en ocasiones no se habían contado a nadie».
En ese caso, cuando un juez detecta uno de estos supuestos, «se le ofrece a la víctima los servicios especializados que gratuitamente pone el arzobispado a su disposición».