ROMA, 2 octubre 2002 (ZENIT.org).- Con la firma de un entendimiento entre dos ejércitos, el de la República Democrática del Congo y el de la vecina Uganda, se abre la esperanza de una paz definitiva en la región de Ituri, una de las más castigadas por la guerra en la zona de los Grandes Lagos. Este entendimiento podría desembocar en un acuerdo bilateral duradero entre los dos países.
A este resultado llegó la Comisión Mixta de Pacificación el pasado domingo en la capital congoleña, Kinshasa, según informa la agencia misionera Misna.
Las dos partes han acordado un calendario para los tres próximos meses. Antes del 29 de diciembre, coincidiendo con el total retiro del ejército ugandés, habrá que llegar a una solución más a largo plazo.
La comisión, integrada por 12 expertos militares y civiles ugandeses y otros tantos congoleños, ha creado también otra comisión encargada de seguir el desarrollo de los acuerdos en la región.
Se ha incluso aludido a la posibilidad de restablecer relaciones diplomáticas entre los dos países, reabriendo la embajada de Uganda en Kinshasa y la de R. D. Del Congo en Kampala.
Según el canal de las agencias humanitarias de la ONU, Irin News, durante la reunión, las dos delegaciones han afrontado también la manera de llenar el peligroso vacío de poder, tras la retirada de las tropas ugandesas. Este vacío que podría desencadenar hostilidades entre milicias y grupúsculos rebeldes.