CIUDAD DEL VATICANO, 25 octubre 2002 (ZENIT.org).- Juan Pablo II presentó un «antídoto a la hipocresía» al inaugurar en la tarde del pasado viernes el año académico de las universidades y ateneos pontificios de Roma.
Dirigiéndose a los jóvenes estudiantes, muchos de ellos religiosas, religiosos, seminaristas, sacerdotes..., el pontífice ofreció una recomendación fundamental para vencer la hipocresía, tentación que puede darse en el mundo académico teológico o filosófico.
La propuesta del Papa es «un intercambio constante entre lo que se sabe y lo que se vive, entre el mensaje de la verdad recibido como don con la vocación cristiana y las actitudes concretas personales y comunitarias».
«En otras palabras, entre el saber de la fe y la santidad de la vida», dijo durante la homilía de la misa celebrada en la Basílica de San Pedro del Vaticano por el cardenal polaco Zenon Grocholewski, prefecto de la Congregación vaticana para la Educación Católica.
Más de ochocientos sacerdotes y miles de universitarios de los cinco continentes escuchaban las palabras del Santo Padre.
El Papa recomendó al mismo tiempo a los universitarios que pongan siempre en relación la búsqueda de la paz, de la verdad y de la caridad para que las universidades «se conviertan en lugares de una auténtica sabiduría cristiana».
Es decir, aseguró, «una síntesis coherente entre fe y vida, entre contenidos estudiados y conducta práctica».
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Oct 27, 2002 00:00