MADRID, 11 febrero 2003 (ZENIT.org).- Sevilla acogió con gozo el pasado 20 de diciembre el reconocimiento del milagro que permitirá la canonización de una de sus santas más queridas: Sor Ángela de la Cruz.
El joven Teodoro Molina Navarro sanó en 1987 de forma científicamente inexplicable de una embolia en la arteria central de la retina del ojo derecho que le impedía la visualización.
Este martes, de hecho, el arzobispo de Sevilla, monseñor Carlos Amigo, publicó una carta en la que repasa la vida de la santa. Según el prelado hispalense, «Dios le había dado a Sor Ángela el don de la caridad, y ella amaba tanto a os que padecían necesidad que no tenía valor para separarse de ellos».
Aunque la Sala de Prensa de la Santa Sede no ha confirmado oficialmente la noticia, con la aprobación del milagro se da prácticamente por seguro que Juan Pablo II elevará a los altares a la futura santa sevillana durante la visita que Juan Pablo II realizará a Madrid los próximos 3 y 4 de mayo.
Jesús Pérez Saturnino es el delegado nombrado por la diócesis de Sevilla para la visita papal y para la canonización de la «Madre Angelita», como se la llama cariñosamente en la capital andaluza. Ya fungió como coordinador de las dos visitas anteriores que el Santo Padre realizó a Sevilla, en 1982 y 1993.
–A muchos sevillanos les hubiera gustado que Juan Pablo II canonizase a Sor Ángela en su ciudad, siendo ella una figura tan andaluza…
–Sí, sin duda que nos habría gustado, y a algunos les ha apenado que no sea así. Pero ya las Hermanas de la Cruz (congregación fundada por la futura santa) han dicho siempre que se hará donde diga la Iglesia. La fecha coincide además con plena feria de Sevilla, pero a los devotos no les debe importar demasiado eso.
–Es sorprendente que la «Madre Angelita» era tan querida en su época que, incluso cuando murió, en 1932, el Gobierno socialista y republicano del momento no puso impedimento alguna a dedicar una calle a su memoria. ¿Este cariño se mantiene?
–Absolutamente. La obra social que realizó Sor Ángela fue tan positiva para esta ciudad y para los pobres que todo el mundo la ha querido siempre. Y a las Hermanas de la Cruz actuales se las quiere igual; son la admiración de todo el mundo.
–Es de prever que, entonces, los sevillanos «tomen» Madrid durante la visita del Papa…
–Desde luego. Hay que ir avisando ya de que entre 80.000 y 100.000 andaluces y extremeños acudiremos ese fin de semana a Madrid en autobuses, coches, trenes, etc. Y, además, nos juntaremos con toda la gente que vaya de las teresianas (que acudirán por la prácticamente segura canonización del padre Pedro Poveda), más los que vayan por los otros santos y todos los que acudan a ver al Papa. Espero que Madrid esté preparada para recibir a todos los visitantes…