El Papa pide a Aznar «iniciativas pacíficas» para resolver la crisis iraquí

Coinciden en buscar una solución en el seno de la ONU

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CIUDAD DEL VATICANO, 27 febrero 2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II pidió este jueves al primer ministro español, José María Aznar, y a todas la partes implicadas en la crisis iraquí soluciones «pacíficas», e «inspiradas en el derecho internacional».

«El cordial coloquio», como ha sido calificado por Joaquín Navarro-Valls, portavoz de la Santa Sede en un comunicado, celebrado en la biblioteca privada del Papa, duró media hora y sirvió para subrayar «la gravedad de la situación que se ha creado en Irak y la necesidad de encontrar una solución».

En la audiencia de carácter privado el Papa pidió «que todas las partes interesadas –sin excepción– adopten decisiones justas y tomen iniciativas pacíficas, eficaces y conformes a la justicia, inspiradas en el derecho internacional y en los principios éticos», sigue diciendo Navarro-Valls.

Por su parte, el jefe de Gobierno expuso «la línea de acción frente a la crisis iraquí que hasta ahora ha seguido España, explicando, en particular, el peligro del terrorismo y por tanto la necesidad de una acción común por parte de la Organización de las Naciones Unidas».

«Sobre esos argumentos se ha observado una convergencia de opinión con la Santa Sede», subraya el portavoz de la Santa Sede.

España es miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, y respalda el proyecto de segunda resolución sobre la crisis presentado el lunes por Estados Unidos y el Reino Unido que prevé el uso de la fuerza para desarmar a Irak.

En una entrevista concedida este jueves al diario italiano «La Stampa», Aznar, católico, afirma: «Tengo una gran estima por Su Santidad y lo escucharé con la mayor atención, como siempre. Es una persona que admiro muchísimo. Pero, a parte de mis convicciones personales y morales, cumplo con mis responsabilidades políticas escuchando muchas opiniones, algunas tan importantes y respetables como las del Papa».

«Juan Pablo II sabe muy bien que no se construye nada sin esfuerzo, que la paz no viene sola. No cae del cielo», concluye el primer ministro.

Tras encontrarse con el obispo de Roma, Aznar se reunió con el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, acompañado por el arzobispo Jean-Louis Tauran, secretario para las Relaciones con los Estados.

El comunicado vaticano revela por último que en estos encuentros «se han examinado algunos aspectos de la realidad europea, con referencia particular al Tratado Constitucional de la Unión Europea».

La Santa Sede pide el reconocimiento del estatuto de las comunidades religiosas en el seno de la Unión Europea, así como la contribución ofrecida por el cristianismo en la formación de los valores que han constituido Europa.

Se trata de la segunda visita de Aznar al Vaticano como presidente del Gobierno español. La primera fue el 29 de marzo de 1997

Publicamos el comunicado de prensa emitido por el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, al concluir la audiencia concedida por el Papa a José María Aznar.

* * *

En la mañana de hoy, jueves, 27 de febrero 2003, el Santo padre ha recibido en audiencia privada a José María Aznar, primer ministro de España, quien, sucesivamente, ha visitado al cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, que lo ha recibido junto con el arzobispo Jean-Louis Tauran, secretario para las Relaciones con los Estados.

En el cordial coloquio, de media hora de duración, se ha hablado de la gravedad de la situación que se ha creado en Irak y de la necesidad de encontrar una solución. El Santo Padre espera que todas las partes interesadas –sin excepción– adopten decisiones justas y tomen iniciativas pacíficas, eficaces y conformes a la justicia, inspiradas en el derecho internacional y en los principios éticos.

El jefe del Gobierno español ha expuesto la línea de acción frente a la crisis iraquí que hasta ahora ha seguido España, explicando, en particular, el peligro del terrorismo y por tanto la necesidad de una acción común por parte de la Organización de las Naciones Unidas. Sobre esos argumentos se ha observado una convergencia de opinión con la Santa Sede. Se han examinado, en fin, algunos aspectos de la realidad europea, con referencia particular al Tratado Constitucional de la Unión Europea.

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ZENIT Staff

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