En una ceremonia celebrada en la localidad natal de San Benito, Nursia (Italia), para llevar la «Antorcha de la Paz», el cardenal aseguró: «Dios es reconciliación y paz. Debe ser visto como el que nos une y no como el que nos separa y justifica la violencia».
Las declaraciones del cardenal, transmitidas por el canal de televisión italiano RAI, hacían referencia a las invocaciones religiosas que en estos momentos proceden desde Washington y Bagdad para justificar ante las respectivas poblaciones la guerra en Irak.
«El Santo Padre –añadió– ha subrayado numerosas veces que la violencia no puede ser invocada en nombre de Dios».
Ratzinger calificó de «triste» la utilización de motivaciones religiosas en la actual guerra, conflicto que a su juicio «no responde a criterios de legitimidad».