AMMÁN, 3 abril 2003 (ZENIT.org).- La oficina de enlace de Cáritas Irak en la capital jordana ha anunciado este jueves que está organizando un convoy de ayuda humanitaria –dotado de alimentos y medicinas– que podría partir hacia Bagdad en los próximos días.
La red Cáritas ha podido confirmar que tanto los centros de Cáritas en Irak como las iglesias que han sido habilitadas como centros de acogida siguen prestando ayuda humanitaria a los damnificados y heridos.
Según se señala en el último informe diario remitido por la oficina de enlace de Cáritas Irak en Ammán, «las telecomunicaciones con el interior de Irak resultan casi imposibles», entre otros motivos por los sistemáticos bombardeos de las infraestructuras telefónicas.
Además, «todos los equipos vía satélite y todos los teléfonos móviles han sido requisados por las autoridades –añade el informe– y se nos ha informado de que tres personas que estaban en posesión de teléfonos Thuraya, prohibidos en Irak, han sido ejecutadas».
En el norte de Irak, donde continúa el desplazamiento de población a causa de los combates, los centros de Cáritas han alertado sobre los problemas que comienzan a surgir en las condiciones de vida.
Escasea el combustible para uso doméstico y para calefacción en una región donde las temperaturas nocturnas se sitúan en esta época por debajo de cero grados.
Además faltan medicinas, material de abrigo, agua potable y sistemas adecuados de letrinización, los dos últimos clave a la hora de prevenir epidemias.
Por el momento no se registran movimientos de refugiados hacia los países vecinos, si bien el centro de Cáritas en Dohuk ha informado de que se ha visto a mucha gente evacuando la ciudad en previsión de una inminente invasión de los ejércitos turco y americano.
En las localidades septentrionales de Qaradagh, Jafaran y Sangaw se han contabilizado 700 familias de desplazados, para las que los equipos de Cáritas han preparado material de emergencia.
En esta región están trabajando también los equipos médicos móviles de Cáritas, que centran su atención en las ciudades de Zazyan y New Halabja.
En la región fronteriza irano-iraquí, la red Cáritas ha puesto en marcha, en las localidades de Parvizhan y Khosravi, un pequeño proyecto para prestar ayuda humanitaria a un total de 800 personas desplazadas, a las que se está distribuyendo paquetes de comida, bidones de agua potabilizada y letrinas móviles.