PADUA, 9 abril 2003 (ZENIT.org).- El presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz manifestó el martes que sería absolutamente pernicioso si los conflictos internacionales actuales provocaran la parálisis o incluso la crisis de importantes organismos internacionales, como la ONU.

Las declaraciones del arzobispo Renato Martino se recogieron en el marco de un acto conmemorativo --celebrado en Padua, Italia-- con motivo del 40º aniversario de la encíclica «Pacem in Terris», del beato Juan XXIII.

«El Papa Roncalli insistió mucho en la importancia de la autoridad para la paz entre las naciones --subrayó el prelado--, llegando a señalar sin rodeos la urgencia de una autoridad política mundial capaz de perseguir el bien común».

Según monseñor Martino, la intuición de Juan XXIII es hoy incluso más importante que ayer: «Respecto a cuarenta años atrás, la exigencia de buscar el bien común mundial resulta extraordinariamente evidente, dado que la interdependencia y la integración entre las economías, las culturas y las sociedades han aumentado mucho».

«Igual que en los tiempos de la “Pacem in Terris”, también en las horas que estamos viviendo la humanidad sufre heridas, guerras y divisiones en los organismos internacionales», reconoció el prelado.

«Cuanto hizo entonces Juan XXIII, hace ahora Juan Pablo II --recalcó--. Los conflictos internacionales actuales, requieren una vez más que la Iglesia ofrezca a la humanidad el corazón mismo de su mensaje eterno, el del Evangelio de la paz».

«A todos nos habría gustado que el 40º aniversario de la “Pacem in Terris” --el próximo 11 de abril-- se hubiera celebrado en un clima internacional menos cargado de tensiones», constató.

«Con mayor motivo --concluyó--, su mensaje adquiere hoy una particular importancia, siempre que sepamos percibir en profundidad todos los elementos de actualidad, entre ellos, la relación entre paz y terrorismo, paz y nuevo orden mundial, paz y unidad de la familia humana».