MADRID, 16 abril 2003 (ZENIT.org).- El Centro ecuménico dependiente del Instituto Religioso de las Misioneras de la Unidad inauguró este martes su nueva sede en Madrid, con la asistencia del fundador de las Misioneras, el sacerdote Julián García Hernando.

Además de García Hernando, estuvieron presentes en el acto el sacerdote colombiano Juan Fernando Usma, del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, y María José Delgado, directora de las Misioneras de la Unidad.

En la rueda de prensa convocada para presentar las actividades que el Centro Ecuménico desarrollará en su nueva sede, su fundador dijo que «la ecuménica es una vocación maravillosa, que en él ha tenido especial fuerza al oír las palabras de Jesús en la última cena: "Padre, que todos sean uno para que el mundo crea"».

Para García Hernando, el ecumenismo significa «la marcha hacia la unidad por la oración, el diálogo y la colaboración para la evangelización; es una marcha cuya meta es la unidad, porque estamos divididos».

Entre los medios para lograrla, el sacerdote considera que «la oración es totalmente necesaria, porque el esfuerzo de la Iglesia por llegar a la unidad pasa por encima de sus propias fuerzas, aunque también se necesita el diálogo por parte de los hombres».

Julián García Hernando manifestó sentir «compasión por los teólogos que en las distintas religiones trabajan en este tema, que luchan como bravos intentando salvar la unidad de la doctrina de cada religión», aunque añadió que «esto no es suficiente».

Para el fundador de las Misioneras de la Unidad «muchos pasan del ecumenismo porque es duro y crucial, es doloroso», pero «estar con un hermano de otra confesión es maravilloso», añadió.

El delegado del Consejo Pontificio se refirió a la proyección internacional que el Centro ecuménico de Madrid tendrá también desde su nueva sede.

Según Usma «a nivel local el trabajo ecuménico tiene características propias, no existen formas preestablecidas ni momentos únicos, cada circunstancia da la pauta para establecer relaciones fraternales, pero que han de tener en cuenta la realidad de la división».

«No estamos satisfechos con una unidad a medias que no sea plena y visible», dijo.

Para Juan Fernando Usma «la Iglesia trabaja a todos los niveles: teológico, fraternal. Sobre todo de rodillas, le pide al Señor de la historia, porque la unidad no es fruto de los hombres sino don de Dios».

Aunque el movimiento ecuménico surgió en círculos protestantes, el representante del Consejo Pontificio lo definió como una «gracia importante en el siglo XX», en la que la incorporación de la Iglesia católica «ha marcado un hito porque plantea y lleva al diálogo ecuménico un intercambio de dones sin sospechas, sin dobles intenciones».

La directora de las Misioneras de la Unidad dijo notar «cierto miedo al Ecumenismo, particularmente en España», e hizo una llamada a perder el miedo pues en el ecumenismo «la catolicidad de la Iglesia se hace mucho más realidad».

Entre las actividades que realizará el Centro Ecuménico, María José Delgado explicó que «la formación bíblico-ecuménica es una de las centrales», aunque el carisma de las Misioneras se desarrolla sobre todo «desde la oración».

Además de los cursos de formación, el Centro cuenta con «una biblioteca de más de 35.000 volúmenes de materias bíblicas, ecumenismo, diálogo interreligioso, teología, historia, religiones, sectas y nuevos movimientos». Además, las Misioneras editan dos publicaciones: «Pastoral Ecuménica» y «Noticias Ecuménicas».

El Centro cuenta también con un Servicio de Atención y Estudio de las Sectas/NMR (SAES), un gabinete visitado por personas necesitadas de orientación.

Cada mes, se celebra una oración interconfesional en el Centro Ecuménico «que dirige cada vez una Iglesia cristiana no católica de Madrid». Desde hace 11 años se celebran cada verano los Encuentros de El Espinar, con múltiples actividades interconfesionales, «organizados por responsables, pastores y sacerdotes católicos y ortodoxos».

A su vez, el Centro Ecuménico organiza los Encuentros Interconfesionales de Religosas, que van ya por la 31 edición, y a los que asisten religiosas de diferentes iglesias de toda Europa: católicas, ortodoxas, anglicanas, luteranas, reformadas, etc.