ROMA, 10 abril 2003 (ZENIT.org).- La familia, sus fundamentos bíblicos y su desarrollo teológico preocupan tanto a católicos como a judíos, como lo ha demostrado un coloquio celebrado en Roma.
Por primera vez, el Instituto Pontificio «Juan Pablo II para los Estudios del Matrimonio y la Familia» y el Shalom Hartman Institute, de Jerusalén, se han puesto de acuerdo para abordar conjuntamente el actual tema del matrimonio y de la procreación responsable.
La reunión, realizada bajo los auspicios de la Embajada de Israel ante la Santa Sede, ha querido desarrollar durante dos días 26 y 27 marzo un «camino de amistad y de diálogo» entre judíos y cristianos sobre matrimonio y procreación responsable.
El profesor Noam Zohar, de la Universidad Bar Illan de Tel Aviv, hizo referencia al concepto de procreación responsable desde un punto de vista judío, centrado en el mandamiento de procrear pero sin reducirlo solamente a ello.
La procreación no es la única función del matrimonio, advirtió el doctor Zohar. Según la visión del Génesis, «es bueno que el hombre no esté solo», añadió. Esta «bondad» de la compañía se ve como normativa, en la tradición judía, y su valor es independiente de la tarea de la procreación.
En la sesión conclusiva, monseñor Livio Melina, profesor del Instituto Pontificio «Juan Pablo II» de la Universidad Pontificia del Letrán, ilustró el pensamiento de la Iglesia en materia de reproducción, explicando que el criterio tiene que ser siempre la dignidad fundamental del hijo, que «exige que no sea concebido como un producto de técnicas médicas o biológicas».
Monseñor Melina advirtió que «una intervención médica» en el campo de la reproducción «puede ser moralmente lícita si sirve para ayudar a la naturaleza, colmando sus deficiencias, pero no puede sustituir al acto conyugal».
«Ante la banalización de la sexualidad, reducida a mero bien de consumo, privado de responsabilidad, el desafío es mostrar que sólo en la perspectiva del diseño divino revelado se puede realizar integralmente el amor humano», concluyó Melina.
Aparte de la procreación responsable, el coloquio afrontó el tema del matrimonio según la concepción judía y la católica.
Por parte judía habló Noam Zion, autor de la conferencia sobre «La comprensión rabínica del matrimonio» en la que con anécdotas y referencias bíblicas y literarias, explicó la Ketubah (el contrato judío de matrimonio) como «modelo para un matrimonio de negociación vitalicia de necesidades y expectativas».
El matrimonio católico fue explicado por Michael Waldstein, del Internationales Theologisches Institut de Gaming, que ligó el concepto de «familia y comunión».
El año próximo se espera que el coloquio se pueda realizar en Jerusalén. Según Philip Milligan, organizador del evento, el objetivo es «entrar en un debate teológico profundo ente católicos y judíos sobre cuestiones familiares».