JERUSALÉN, 15 abril 2003 (ZENIT.org).- El mensaje con motivo de la Pascua de Resurrección 2003 del patriarca latino de Jerusalén se convierte en un lloro que recuerda al de Jesús porque la paz sigue desterrada de la Ciudad Santa.
«Hay que combatir allí donde esté el terrorismo, pero la lucha contra el terrorismo comienza por una revisión de los criterios y de los valores», afirma Su Beatitud Michel Sabbah en el mensaje presentado este martes a la prensa, haciendo referencia a las situaciones de injusticia que provocan tensiones.
«Todo hombre y mujer de buena voluntad llora hoy sobre la Ciudad Santa y desea que sus habitantes y gobernantes busquen los caminos de la paz», aclara.
«Los caminos seguidos hasta hoy no son los de la paz –constata–: acciones militares impuestas a todas las ciudades y aldeas palestinas, que hacen de ellas grandes prisiones; la dignidad humana es atropellada; se multiplican los atentados; las demoliciones de bienes y de casas siguen teniendo lugar».
El patriarca recuerda a los gobernantes de Tierra Santa que han «sido elegidos para llevar la paz y la seguridad y por consiguiente para tomar los medios necesarios para ello».
«Ahora bien, los caminos seguidos hasta ahora no han llevado ni a la paz ni a la seguridad, ni del pueblo israelí ni del pueblo palestino. Escuchad vosotros también la palabra de Dios que dice que la paz y la justicia están unidas. Cambiad vuestros caminos», exhorta.
«Nosotros, cristianos, creemos en la Resurrección y en la esperanza, y deseamos ver un día una Tierra Santa que sea para todos sus habitantes una tierra de resurrección y no de muerte y odio», afirma.
