CIUDAD DEL VATICANO, 4 junio 2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II agradece el servicio misionero que prestan a la Iglesia los Frailes Menores (franciscanos) y les invita a «una acción apostólica más incisiva en el mundo de hoy» en el mensaje que ha enviado al capítulo general que celebra la Orden del 25 de mayo al 21 de junio.
En La Porciúncula de Asís, el mismo lugar en el que san Francisco reunía en capítulo a sus religiosos, los superiores y representantes de la Orden se encuentran reunidos en torno al tema «Fraternidad en misión».
Afrontando el tema, el Papa considera en su misiva que «todo programa de evangelización» en el tercer milenio debe destacar «la primacía de la vida interior y de la santidad», «testimonio profético del Reino de los Cielos».
«Esto implica una incesante tensión a la santidad», insiste el pontífice.
«Es importante que la Orden conserve su propio estilo misionero, caracterizado por la pobreza y la vida fraterna, animado por el espíritu de contemplación y por la búsqueda sincera de la justicia, de la paz, y del respeto de la creación», sigue diciendo.
«Al mismo tiempo –aclara–, es indispensable que cada uno de sus miembros y toda las fraternidades colaboren en la edificación de la única Iglesia de Cristo, en acuerdo y plena comunión con los pastores de las comunidades cristianas locales».
Con «un renovado espíritu de obediencia» y «un sincero deseo de comunión eclesial», el Papa recuerda que el único objetivo de toda labor apostólica se la «salvación de las almas».
«La salvación de las almas», recordó el Papa, llevó a san Francisco de Asís «a promover la dignidad y los derechos de la persona» y a «defender la salvaguarda de la creación».
«Hablar de empuje misionero parece poco realista también para vuestra Orden, si se tiene en cuenta la reducción del número de sus miembros y el aumento de la edad media que se ha verificado en estos años».
«Esto, sin embargo, en vez de provocar desaliento, debe llevar a intensificar, por una parte, la oración para que el dueño de la mies «mande obreros a su mies» y a buscar, por otra parte, nuevas estrategias pastorales y vocacionales».
«Promoved y acompañad las vocaciones con la oración y el testimonio de vida, confiando en Dios», recomienda el Papa.
En este sentido, recuerda, «la gran atracción que ejercen Francisco y Clara de Asís entre los jóvenes debe ser utilizada para proponer también a las generaciones del tercer milenio una reflexión más profunda sobre los valores esenciales de la vida, que encuentran su síntesis en la respuesta que cada uno es invitado a dar a la llamada de Dios, en particular, cuando ésta solicita la entrega total de sí y de las propias energías a la causa del reino».
La Orden de los Frailes Menores se compone hoy de 16.642 religiosos, de los cuales 11.116 son sacerdotes.
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