Durante los tres años que estarán fuera de sus casas, los misioneros se pondrán al servicio de la comunidad local en las tareas pastorales y sociales.
Fueron enviados como misioneros este viernes Lourdes Navarro, su marido y sus dos hijas en la parroquia del Buen Pastor de Málaga. La familia permanecerá en Paraguay de misión apostólica con la asociación laica «Mies». «Allí daremos cursos matrimoniales y catequesis a los niños», explica la madre.
Aunque la asociación laica «Mies» contempla la posibilidad del misionado, este matrimonio no se lo planteó hasta que dieron el paso de mutuo acuerdo. «No es algo que rechazáramos, pero tampoco pusimos los medios para irnos de misión», asegura Lourdes Navarro.
Este domingo a las 12 horas fueron enviadas otras dos familias en la iglesia de Cristo Rey de Málaga. Francisco Javier Jiménez y su mujer, Inmaculada, tomarán a su hija de tres años para marcharse a mediados de este mes a Mozambique, antigua colonia portuguesa.
Allí permanecerán tres años al servicio de la comunidad indígena acompañados por los misioneros de la Consolata. Francisco Jiménez impartirá clases de filosofía e Inmaculada de ética a los niños de la diócesis de Litinga, al norte del país africano.
Este matrimonio afirma sentirse apoyado por su familia y amigos, pero «como es natural, a los abuelos les cuestan dejar de ver a su nieta», asegura el padre.
Al igual que ellos, Manuel Tello y su mujer, Paula, pertenecientes a los Misioneros de la Consolata, han tenido que aprender el idioma portugués para ir en misión a Brasil a finales de julio. Permanecerán tres meses en la capital, Brasilia, para cursar estudios de antropología y de pastoral de indígenas.
La misión de este matrimonio malagueño consistirá en evangelizar durante los tres años que estén fuera de España, así como en labores de educación y promoción de medidas higiénicas y de salud.