LONDRES, 9 junio 2003 (ZENIT.org).- En el contexto del próximo debate sobre la cuestión de la eutanasia, obispos católicos han advertido en una carta abierta a la Cámara de los Lores británica que la legalización de la eutanasia o el suicidio asistido sería equivalente a legalizar el homicidio intencional.
La misiva procede del arzobispo de Glasgow –monseñor Mario Conti–, en calidad de miembro de la Comisión de Bioética de los obispos católicos de Gran Bretaña y de la República de Irlanda, y del arzobispo de Cardiff, monseñor Peter Smith.
«El primer y fundamental principio del derecho humano es el derecho a la vida –escriben los prelados– y el primer deber del Estado es protegerlo, salvaguardando la vida de sus propios ciudadanos».
«Legalizar la eutanasia o el suicidio asistido –continúan— es derribar este derecho, puesto que sería como legalizar el homicidio intencional», recogió el viernes pasado Radio Vaticana .
«En nuestra nación tenemos una gran tradición en el cuidado de los enfermos, que encuentra una particular expresión en las casas de recuperación. Y en la promoción de éstas, y no matando a los ancianos y débiles, es como avanzamos en la civilización», subrayan.
Finalmente, los prelados recuerdan en su carta que el 75% de los médicos británicos es contrario a esta práctica, aún en la hipótesis de que se legalizara.