MOSCÚ, 10 junio 2003 (ZENIT.org).- El Patriarcado ortodoxo de Moscú ha manifestado su estupor por la omisión del cristianismo en el borrador del Preámbulo de la futura Constitución, denunciando el intento de modificar la historia de acuerdo con ciertos patrones ideológicos.
El borrador del Preámbulo de la Constitución Europea, publicado el 28 de mayo, se inspira «en las herencias culturales, religiosas y humanistas de Europa» que, según explica, fueron «alimentadas inicialmente por las civilizaciones griega y romana», «y más tarde por las corrientes filosóficas de la Ilustración».
Siguiendo el texto, éstas son las raíces en las que se funda la «visión del valor primordial de la persona y de sus derechos inviolables e inalienables, así como del respeto del derecho» (Cf. página web de la Convención Europea).
Un comunicado difundido el pasado viernes por el departamento de relaciones externas de la Iglesia ortodoxa rusa señala la «incorrección histórica» del borrador, que ignora absolutamente «el período comprendido entre el siglo IV y XVIII, cuando el cristianismo fue la influencia dominante en el desarrollo de las naciones europeas».
«La aproximación propuesta en el borrador representa una reorganización de la historia según ciertos patrones ideológicos –observa el comunicado de la Iglesia ortodoxa de Moscú–. Conocemos demasiado bien de la historia de Rusia lo que implica el dictado de una perspectiva particular».
Según el comunicado, la mención especial de las corrientes filosóficas de la Ilustración revela igualmente la tendencia ideológica del borrador.
«En nuestra opinión, las ideas de la Ilustración tuvieron un papel importante en algunos países, pero no son universales o comúnmente aceptadas», constata.
«Además, las formulaciones antropocéntricas incluidas en el Preámbulo de la Constitución de la UE pueden provocar una actitud negativa de muchos creyentes europeos, incluyendo a los cristianos ortodoxos, hacia los procesos de integración», subraya.
Por todo ello, el Patriarcado ortodoxo de Moscú –a través del departamento de relaciones externas–, expone que las corrientes filosóficas de la Ilustración pueden mencionarse en el Preámbulo «sólo junto a la herencia cristiana y –tal vez– otras religiones visiblemente presentes en Europa».
«Una referencia a un “impulso espiritual” abstracto no resuelve el problema», concluye el comunicado.
Bruselas trabaja en este momento en un nuevo texto del borrador de la Constitución Europea que deberá presentarse el próximo 20 de junio en la cumbre europea de Tesalónica (Grecia).