CIUDAD DEL VATICANO, 16 junio 2003 (ZENIT.org).- Tras la propuesta de Tratado Constitucional, aprobado por la Convención Europea, la Santa Sede alienta la movilización de los cristianos para que sigan contribuyendo con sus valores a la construcción de la nueva Europa.
Esta es la conclusión a la que llegó la reunión del Grupo de Coordinación de la Convención de Cristianos por Europa con representantes de la Secretaría de Estado del Vaticano, que se celebró el sábado pasado en el Vaticano.
La propuesta de «Preámbulo» a la Constitución, que será presentada para su aprobación en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (Salónica del 20 al 21 de junio), no hace ninguna referencia al cristianismo, limitándose a inspirarse en «las herencias culturales, religiosas y humanistas».
El Grupo de Coordinación de la Convención de Cristianos por Europa, integrado por 35 personas, se reunió en la Sede de la Secretaría de Estado del Vaticano con monseñor Pietro Parolin, subsecretario de Estado para las relaciones con los estados del Vaticano, en presencia del nuncio de la Santa Sede ante la Unión Europea, el arzobispo Faustino Sainz.
Monseñor Parolin constató que la tarea emprendida por la Convención no ha terminado. Por el contrario, consideró que «la aprobación del Tratado Constitucional es un paso de gran importancia, pero no es el punto final».
«Después la sociedad civil, de la que vosotros sois una representación, debe ser sujeto activo en la puesta en práctica del Tratado en los diversos países de la Unión, de modo que la dimensión religiosa de cada ciudadano sea reconocida no sólo a nivel individual, sino también social e institucional, con el necesario diálogo constructivo entre las autoridades civiles y religiosas», afirmó.
«Esta acción incisiva en la opinión pública y en la vida social por parte de cristianos laicos de diversas profesiones y realidades eclesiales es muy importante para dar a conocer de modo claro y convincente las aspiraciones y los ideales de un grandísimo número de ciudadanos europeos, que son conscientes de la importancia del patrimonio del humanismo cristiano para construir el futuro», añadió.
«La Sede Apostólica no se cansará de reafirmar que la contribución social y pública de los cristianos no pretende instaurar de ningún modo una teocracia estatal, sino más bien evitar que en la nueva Europa cobre vigencia, de hecho, una especie de ateísmo estatal, que sería contrario a las varias convicciones religiosas de los ciudadanos de la Unión», añadió el representante vaticano.
«No pedimos ningún privilegio, sino sólo el debido respeto a las personas de Europa, que en su gran mayoría –un 84% aproximadamente– son cristianas, y una aceptación de la verdad histórica: de hecho, el cristianismo es cimiento de la unidad europea que estamos reconstruyendo», insistió.
Monseñor Parolin señaló que «la Santa Sede cuenta con vuestra Convención de Cristianos por Europa y con todos sus miembros en diversos países, que están representados en el Grupo de Coordinación. Vuestro método es muy acertado. Tratáis de realizar una acción eficaz bajo vuestra responsabilidad de cristianos laicos, en plena sintonía con las indicaciones de la Santa Sede y de todo el episcopado europeo».
De la reunión surgieron también nuevos compromisos para la Convención de Cristianos por Europa.
En primer lugar, se acordó promover una iniciativa a través de Internet para hacer llegar a los jefes de Estado y de Gobierno la opinión de muchos miles de cristianos europeos sobre el contenido del Tratado Constitucional y del Preámbulo.
En segundo lugar, se acordó la organización de una red neuronal a través de Internet que permita la difusión inmediata de informaciones, acuerdos y propuestas de acción sobre 100.000 personas en una primera fase.
En tercer lugar, se decidió promover la difusión e interpretación del Tratado Constitucional en la sociedad europea.
En cuarto lugar, se pensó en preparar el nuevo periodo que se abrirá una vez aprobado el Tratado Constitucional, que prevé un mayor peso al Parlamento Europeo, y que hace hincapié en la democracia participativa y el ejercicio de la iniciativa popular.
En quinto lugar se decidió extender y coordinar la presencia de la Convención de Cristianos por Europa en los 25 países de la Unión Europea.
En sexto lugar, se promovió la participación de los miembros pertenecientes a otras confesiones cristianas.
Por último, se anunció la preparación de la segunda asamblea de la Convención de Cristianos por Europa en el mes de Octubre en Cracovia.
Más información en http://www.eurocristians.org.
