LA PLATA, 27 junio 2003 (ZENIT.org).- El arzobispo de La Plata ha hecho un llamamiento a la reflexión ante el sigiloso cambio de costumbres que se ha ido imponiendo en la sociedad argentina y que contradice la verdad del hombre y el orden natural de las cosas.
En su reflexión semanal en el programa televisivo «Claves para un mundo mejor» emitido el 14 de junio, monseñor Héctor Aguer alertó sobre la profunda alteración que aproximadamente en las últimas dos décadas ha sufrido entre la sociedad el modo de pensar, de sentir, de reaccionar y de expresar las convicciones.
«El cambio ha sido subrepticio –constató--. No se conocen muy bien cuáles son sus guías» pero «nos encontramos, al cabo de un tiempo, con que la gente piensa diferente en cuestiones fundamentales como la libertad, la familia, el amor, las relaciones sexuales o la vida en la sociedad».
Según el prelado, múltiples factores han alimentado esta modificación, entre otros las tendencias en algunos consultorios psiquiátricos o psicológicos, los criterios difundidos por ciertos programas de radio y televisión e incluso «el clero progresista, que ha dejado de predicar la moral cristiana o que ha hablado en contra de lo que la Iglesia enseña».
«Se ha ido imponiendo en la sociedad lo que Juan Pablo II llamaba “una idea perversa de la libertad”, es decir, una manera de obrar, de actuar, de decidir, de orientar la vida contraria a la verdad del hombre y por lo tanto contraria a aquellos valores que no sólo son los valores cristianos, sino son valores profundamente humanos que hacen a la dignidad y al verdadero sentido de la felicidad».
El remedio a esta situación «no es fácil ni es instantáneo, igual que el cambio tampoco ha sido instantáneo», alertó el prelado.
La solución está «en empezar a pensar por cuenta propia», y para los cristianos el remedio pasa también por «meditar profundamente el estilo de vida que el Señor nos ha transmitido en el Evangelio», concluyó el arzobispo de La Plata.
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Jun 27, 2003 00:00