ROMA, 19 septiembre 2003 (ZENIT.org).- En una misa por las 22 víctimas del atentado contra las Naciones Unidas en Bagdad de hace un mes, el presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz alentó el papel de la comunidad internacional para la promoción de la paz.
El arzobispo Renato Martino, en la eucaristía celebrada en la Basílica romana de Santa María en Trastévere, encomendó en particular a Sergio Vieira de Mello, representante especial del secretario general de las Naciones Unidas para Irak, fallecido en el dramático 19 de agosto.
El prelado le recordó como «un admirable ejemplo de vibrante caridad social y política», «punta de diamante de la ONU».
En declaraciones posteriores, monseñor Martino aclaró a Zenit que «tras Viera quedaba un ejemplo y una esperanza para que surjan otros como él». «Los cristianos ya sabemos lo que nos dice el Evangelio lo de que la semilla si no muere no da fruto», afirmó
«A pesar de los innumerables límites, de las fragilidades congénitas, de las necesidades inaplazables de renovación, la comunidad internacional sigue siendo un punto firme del que no se puede prescindir en el difícil camino que lleva a la paz», afirmó el prelado que fue durante 16 años observador de la Santa Sede ante la ONU.
Participaron en la misa el personal de la Oficina de la ONU en Roma, embajadores ante la Santa Sede, y representantes de los cascos azules. En la ceremonia se encendió una vela por cada uno de los fallecidos.
