Así lo ha querido recordar en un mensaje dirigido al prepósito general de la Compañía de Jesús, Peter-Hans Kolvenbach, con motivo de la 69 «Congregación de Procuradores», que tiene lugar estos días en Loyola, cuna de su fundador, san Ignacio.
Dirigiéndose a los jesuitas reunidos para decidir si convocarán una nueva congregación general (la máxima convocatoria de jesuitas) y para revisar el papel de la Compañía en el mundo de hoy, el Papa les dice: «Es ésta una ocasión oportuna para mejor descubrir, partiendo de sus orígenes, el “carisma” que os liga íntimamente a la Sede de Pedro».
«La inspiración de san Ignacio, de promover “una mayor devoción a la obediencia de la Sede Apostólica” conserva todavía su pleno valor en este comienzo del Tercer Milenio», afirma.
«Debéis ser testigos y operarios, en todas las partes del mundo, de la catolicidad de la Iglesia, que es el sacramento de Cristo en medio de los hombres», afirma el Papa.