Monseñor Dziwisz, prefecto Adjunto de la Casa Pontificia, de 64 años, ha sido durante 40 años el colaborador más cercano primero de Karol Wojtyla y después de Juan Pablo II.
Los otros dos nuevos arzobispos son el italiano Piero Marini, maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, y el estadounidense James Michael Harvey, prefecto de la Casa Pontificia, encargado de la organización de las audiencias del Papa.
La nota de la Santa Sede aclara que los tres nuevos arzobispos mantienen tanto su sede titular episcopal como el cargo. Se trata, por tanto, de un reconocimiento honorífico del pontífice a sus fieles colaboradores.