BELÉN, 17 septiembre 2003 (ZENIT.org).- «¡No tengáis miedo! ¡Volved a Tierra Santa!». Este es el dramático llamamiento que ha lanzado a los peregrinos cristianos de todo el mundo el padre Ibrahim Faltas, custodio franciscano de la Basílica de la Natividad de Belén.
Tres años después del estallido de la nueva Intifada, han disminuido radicalmente los grupos de peregrinos en visita a la tierra de Jesús.
«El 75 por ciento de la población de Belén trabaja en el sector del turismo y el turismo está bloqueado --reconoce con tristeza el padre Faltas en un llamamiento lanzado a través de las ondas de «Radio Vaticano»--. Os podéis imaginar la situación económica, que es verdaderamente dramática».
«Se han ido al menos dos mil cristianos de la zona de Belén --informa--. El desempleo se ha convertido en una plaga. De este modo, el marido se queda en casa, las 24 horas del día. Se han dado muchas separaciones, pues el marido no trabaja y no puede pagar los gastos a los hijos».
«Hemos constatado que se dan muchos problemas como éstos, que antes no sucedían y que nos duelen. Pero lo que realmente nos duele es ver cómo se van los cristianos. Tenemos miedo de que en el futuro los Santos Lugares no sean más que museos sin cristianos del lugar», constata.
«Quiero hacer un llamamiento a los cristianos de todo el mundo para que regresen como peregrinos a Tierra Santa --clama--. Esto ayuda mucho: es un gran apoyo a la gente y un aliento muy fuerte para los cristianos del lugar».
«Venced el miedo y volved como peregrinos a Tierra Santa. Tenéis que rezar por nosotros. Cuando un hermano no está bien, se le visita. Esto es lo que pido a los cristianos del mundo».
El franciscano recuerda por último que los viajes de los peregrinos no son peligrosos, pues nunca le ha sucedido nada a un peregrino.
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Sep 17, 2003 00:00