«La formación de futuros sacerdotes es una tarea esencial en la Iglesia, que requiere la atención de los obispos, primeros responsables y a quienes corresponde llamar a las órdenes sagradas, después de haber hecho el discernimiento necesario con los sacerdotes designados para ello», afirmó el Santo Padre en su breve discurso en francés.
El consejo del obispo de Roma a los sacerdotes y seminaristas fue: «Aprovechad esta etapa para dejaros conducir por el Señor, dóciles al Espíritu Santo y con profunda obediencia a la Iglesia y a sus pastores».
«Vuestra formación integral consiste en una maduración humana, espiritual, moral e intelectual que implica vivir la verdad en el propio camino, a la luz de Cristo y en contacto con las realidades pastorales, aceptando con confianza la ayuda de formadores en el seno de una comunidad», les explicó el Papa.
El seminario francés se compone de 52 seminaristas o jóvenes sacerdotes, asistidos por un equipo de seis sacerdotes superiores o asistentes. De ellos, nueve no son franceses y cinco seminaristas son ortodoxos o hermanos estudiantes de otras confesiones cristianas. Todos, menos uno –que cursa filosofía– estudian teología (bachillerato, licencia o doctorado).
La dirección del Seminario es confiada a los religiosos de la Congregación del Espíritu Santo.
Más información sobre el Seminario Pontificio Francés en http://www.seminairefrancaisderome.org
