COLONIA, 15 diciembre 2003 (ZENIT.org).- A fin de relanzar el diálogo y las relaciones entre las comunidades de fieles alemanes y extranjeros, la archidiócesis de Colonia ha previsto para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de 2005 la figura de un mediador «religioso».
En la ciudad alemana –sede elegida para el encuentro de jóvenes de todo el mundo con Juan Pablo II–, trabajan distintas misiones católicas (italianas, portuguesas, españolas, croatas, polacas) y diversas comunidades de fieles de África y de Albania que reúnen, en conjunto, a decenas de miles de inmigrantes.
Un laico, Gianni Gangi, siciliano de 37 años –33 en Alemania–, asumirá este papel de mediador «religioso».
«Desde hace tres años soy referente para la pastoral de la integración de la archidiócesis de Colonia», explicó a la agencia «Sir» del episcopado italiano.
«Con vistas a la JMJ –subrayó–, estamos procurando establecer relaciones cada vez más estrechas con las distintas comunidades católicas formadas por inmigrantes residentes aquí y en la zona» informándoles «de este evento» e invitándoles «a participar activamente en la organización».
De hecho, «los inmigrantes católicos son un recurso para nuestra Iglesia local. Son “talentos” que hay que desenterrar y poner en juego para el anuncio del Evangelio».
En este sentido, ya se ha dado un primer paso, pues cincuenta jóvenes católicos inmigrantes se pondrán a disposición de la archidiócesis como traductores.
Para Gangi, los inmigrantes católicos «pueden ser el “instrumento” para testimoniar la fe entre los fieles alemanes, para muchos de los cuales la palabra espiritualidad rima sólo con instrucción religiosa y catecismo».
La JMJ constituye «una ocasión privilegiada para este testimonio», también «para los no creyentes y los fieles de las otras Iglesias cristianas con quienes compartiremos esta fiesta», reconoció.