HAMBURGO, 23 diciembre 2003 (ZENIT.org).- El Encuentro Europeo de decenas de miles de Jóvenes que ha convocado la Comunidad Ecuménica de Taizé en Hamburgo, del 29 de diciembre al 2 de enero, será una ocasión para «profundizar en el diálogo intercultural y interreligioso y volver a las fuentes de la oración y del Evangelio».
Lo ha revelado a Zenit el hermano Émile, uno de los diez monjes que ya están en Hamburgo ultimando los detalles de este gran encuentro juvenil.
«Algunos profetas de desventuras han hecho creer a veces que las diferencias religiosas y culturales son antes que nada un peligro, pero para empezar son una riqueza, si sabemos aprovechar las ocasiones para el diálogo, los intercambios y la amistad», opina el hermano Émile.
Para este monje, ya veterano en la organización de los encuentros europeos, «existe entre los jóvenes una sed de paz, comunión y gozo, pero lo viven en el aislamiento y a veces les hace pensar que esto sea una ilusión que no tiene consecuencias en el mundo real».
La comunidad de Taizé presenta el camino «Hacia las fuentes de la alegría», título de la carta que el fundador de Taizé, el hermano Roger, ha escrito a los que participarán en el encuentro: « No sólo los responsables de los pueblos construyen el futuro. El más humilde entre los humildes puede contribuir a construir un porvenir de paz y de confianza», señala en su misiva el fundador.
Taizé es una comunidad ecuménica que atrae a miles de jóvenes durante todo el año en Francia y que cada fin de año organiza un encuentro europeo en una ciudad distinta. El año pasado fue París y ahora es Hamburgo. Su objetivo es ofrecer a los jóvenes un espacio de oración y encuentro para que profundicen su fe y regresen a sus ámbitos concretos cargados de esperanza y confianza.
«En Hamburgo, queremos estar juntos para ir a las fuentes de una confianza que permite asirse en situaciones difíciles», recalca este consagrado.
«Preparando el encuentro hemos pedido a las parroquias (más de 200 de diversas confesiones) cuáles son los signos de esperanza que esperan compartir con los jóvenes de toda Europa que estarán con ellos durante cinco días. Esta pregunta les ha hecho reflexionar para renovar su mirada de la realidad local».
Esta esperanza, indica el hermano Émile, tiene su origen en el Evangelio: «No podemos mantener la esperanza y el gozo sin ser hombres y mujeres que se amen en la oración, en el Evangelio, esperanza que se renueva en Dios. En el contexto actual, esto se convierte en más claro que nunca».
Más información sobre Taizé y el Encuentro Europeo en http://www.taize.fr.
