BELÉN, 24 diciembre 2003 (ZENIT.org).- Se ha registrado un pequeño aumento del número de peregrinos, «sobre todo italianos», que este año celebrarán la Navidad en Belén, cuya población padece una situación económica muy difícil, confirmó el padre Ibrahim Faltas, custodio franciscano de la Basílica de la Natividad.
Con un desempleo que afecta al 85% de la población, «hay mucha amargura» en este tiempo, si bien la Navidad del 2003 será «en cualquier caso mejor que la del año pasado, en la que estábamos bajo toque de queda», reconoció.
«Las familias cristianas de Belén y Jerusalén se preparan a vivir la Navidad en la oración y la pobreza», añadió en declaraciones a «Fides».
«Desearíamos que los peregrinos de todo el mundo volvieran a invadir Tierra Santa –manifestó–. Recuerdo años en que, por Navidad, llegaban decenas de miles de peregrinos».
E hizo un llamamiento: «Esperemos que la comunidad internacional presione para llevar a cabo la Hoja de Ruta y devolver la paz a esta tierra martirizada y golpeada desde hace demasiados años por el flagelo de la guerra».
El padre Faltas expresó además ante los micrófonos de «Radio Vaticana» la gran preocupación que suscita «ver a los cristianos dejar Tierra Santa: en estos tres años, sólo de Belén se han marchado 2.000 cristianos, y sólo de nuestra parroquia 79 familias», algo «verdaderamente desastroso» .
El patriarca latino de Jerusalén, Su Beatitud Michel Sabbah, celebrará la Vigilia de Navidad y presidirá la solemne procesión que en la Noche Santa concluirá en la Gruta con la bendición del Niño Jesús.
Participarán los cristianos locales y los peregrinos con antorchas encendidas pidiendo a Dios hecho hombre paz y serenidad para los pueblos de Tierra Santa.
El día de Navidad, en la Basílica, se celebrará a las 9.00 horas la Misa solemne pontifical, mientras que a las 14.00 se prevé un momento de oración en comunión con los ortodoxos.