CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 22 marzo 2004 (ZENIT.org).- La Santa Sede condenó oficialmente este lunes el asesinato del jeque palestino Ahmed Yasín, fundador y líder espiritual del Movimiento de Resistencia Islámica (HAMAS), en Gaza.
Una nota emitida por Joaquín Navarro-Valls, director de la Oficina de Información del Vaticano, confirmaba que «la Santa Sede se une a la comunidad internacional para reprobar este acto de violencia que no se puede justificar en ningún Estado de derecho».
«La paz auténtica y duradera no puede ser fruto de una mera ostentación de fuerza –afirma el portavoz vaticano–; es sobre todo el fruto de una acción moral y jurídica».
Navarro-Valls ha repetido el llamamiento al diálogo que lanzó Juan Pablo II a los responsables palestinos e israelíes en el discurso que pronunció al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede el pasado 12 de enero.
«La opción por las armas, el recurso por una parte al terrorismo y por otra a las represalias, la humillación del adversario, la propaganda del odio, no llevan a ninguna parte», decía el Santo Padre.
«Sólo el respeto de las legítimas aspiraciones de unos y otros, el regreso a la mesa de la negociación y el compromiso concreto de la comunidad internacional pueden llevar a un inicio de solución», añadía el Santo Padre, en palabras citadas por su portavoz.
El jeque Ahmed Yasín, de 68 años y tetrapléjico desde los 12, fue asesinado por las fuerzas israelíes en Gaza en la mañana de este lunes al ser alcanzado por un misil aire-tierra cuando salía de la mezquita de su barrio de Sabra tras sus oraciones matinales.
HAMAS, el grupo que lideraba Yasín, es responsable de decenas de los atentados terroristas que se han perpetrado en Israel.
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, justificó el asesinato sosteniendo que «el pueblo judío tiene derecho a golpear a aquellos cuyo único objetivo es nuestra exterminación».
Por su parte, Estados Unidos ha negado cualquier implicación con el ataque. La consejera de Seguridad, Condolezza Rice, ha dicho que el Gobierno de Washington ignoraba las intenciones de Israel de acabar con la vida de Yasín.
El Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea ha condenado el «asesinato selectivo», considerando que este acto «ha inflamado la situación».
Egipto y Jordania, países que tienen tratados de paz con Israel, también han condenado el asesinato, mientras que Rusia ha manifestado su «preocupación» ante una posible «oleada de violencia», y Japón ha hecho un llamamiento a la «moderación».
El ataque contra Yasín es el culmen de la gran ofensiva desarrollada por el Ejército israelí en la Franja de Gaza con un resultado de unos 50 palestinos muertos.