El texto aparece después de que un reciente informe de la organización no gubernamental británica «Global Witness», acusara al Gobierno de Angola de haber transferido decenas de millones de dólares provenientes de los ingresos del petróleo a cuentas de banco particulares.

En su mensaje pastoral, titulado «Angola no Caminho da Esperanca», reenviado por la sección portuguesa de la asociación católica internacional «Ayuda a la Iglesia Necesitada», los obispos angoleños piden, entre otras cosas, «justicia a la hora de utilizar los recursos naturales del país, sobre todo, en relación con los beneficios que se obtienen del petróleo, los diamantes y otros minerales».

Para los prelados, resulta paradójico que Angola sea el segundo productor de petróleo de África y, al mismo tiempo, ocupe una de las posiciones más bajas en cuanto a desarrollo humano.

En su opinión, los motivos de esta paradoja hay que buscarlos «en el secretismo que suele rodear los ingresos totales» provenientes del petróleo y demás recursos naturales.