CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 15 marzo 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II ve como una oportunidad para la Iglesia una de las paradojas características de las sociedades secularizadas, el nuevo interés por las cuestiones religiosas.
Así lo expuso al encontrarse con los obispos de los Países Bajos que en la semana pasada concluyeron su visita «ad limina» al Papa y a sus colaboradores en la Curia Romana.
«Hoy constatáis un nuevo interés por la cuestiones religiosas en vuestros compatriotas y una nueva sed de espiritualidad que se expresa en algunos, en particular en las jóvenes generaciones», afirmó el pontífice este viernes tras haber visto el informe quinquenal preparado por los obispos holandeses.
El Santo Padre pidió a los obispos que tuvieran en cuenta estas inquietudes para «proponer caminos espirituales claros al pueblo de Dios».
«Deseo que todos los hijos de la Iglesia, en particular los fieles laicos, se preocupen verdaderamente por testimoniar su fe, llevando la luz del Evangelio a los diferentes sectores de la vida social», afirmó.
«Que muestren la grandeza del matrimonio y la belleza de la familia en una sociedad tentada por la renuncia a los compromisos definitivos a favor de modelos de unión más efímeros», subrayó.
Por este motivo, el Papa invitó a los laicos alcanzar «la formación humana y cristiana necesaria para participar en los debates que animan a la sociedad holandesa en un espíritu de diálogo, suscitando el interés por descubrir la riqueza de la visión cristiana sobre el hombre y su llamamiento exigente a superar todos los egoísmos para vivir según el Evangelio».
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Mar 15, 2004 00:00