Monseñor Garaycoa, obispo de Tacna-Moquegua y resaltó, además en un comunicado, que el único camino para solucionar los conflictos es el diálogo, que podrá garantizar la seguridad y la paz en nuestra sociedad.
«Frente a la situación convulsión que se está viviendo en el Perú, con la toma de locales públicos en diferentes lugares y el desalojo por parte de las fuerzas del orden, quiero hacer llegar mi pena y aflicción porque estas cosas no conducen a la estabilidad del país sino que fomentan y contagian el desorden», confiesa.
«Hago invocación para que se restablezca la paz social del Perú y podamos salir adelante –añadió el obispo–. Sólo con diálogo y no con la violencia es que conseguiremos avanzar. La violencia sólo engendra violencia y la paz trae la seguridad de la nación».
«Que nuestros santos peruanos intercedan ante el Dios Todopoderoso para que podamos vivir en paz y compartir como hermanos y no como enemigos», concluye.