Invitados por el Santo Padre, se espera la participación de 800 mil jóvenes de todo el mundo en torno a las palabras de los Reyes Magos «Hemos venido a adorarle» (Mt. 2, 2), que sintetizan la necesidad de dejarse guiar por Jesucristo y adorarle a Él, crucificado y resucitado (más información en www.wyd2005.org).
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Señor Jesucristo,
Salvador del mundo, hecho hombre
para darnos vida en abundancia.
Tú permaneces con nosotros en tu Iglesia
hasta el fin del mundo.
Entonces vendrá tu Reino:
un nuevo cielo y una nueva tierra
llenos de amor, de justicia y de paz.
Nos comprometemos firmes en esta esperanza
y te damos gracias.
Te rogamos:
bendice a los jóvenes de todo el mundo.
Muéstrate a quien te busca,
revélate a quien no cree.
Confirma en la fe a tus testigos.
Haz que nunca cesen de buscarte,
como los tres sabios Magos de Oriente.
Haz que se conviertan en artífices de una nueva civilización del amor
y testigos de esperanza para el mundo entero.
Sírvete de ellos para acercarte a quien sufre
por hambre, guerra y violencia.
Infunde tu Espíritu en cuantos colaboran
en la preparación de la Jornada Mundial de la Juventud 2005.
Con la fuerza de su fe y de su amor
haz de ellos servidores de tu Reino,
para que acojan con corazón abierto
a los hermanos y hermanas de todo el mundo.
Nos diste a María como Madre.
Y por su intercesión haz, oh Señor,
que la Jornada Mundial de la Juventud
sea una celebración de fe.
Da en esos días nueva fuerza a tu Iglesia,
para que se confirme en el mundo como tu fiel testigo.
Te lo pedimos, Señor Dios nuestro,
que con el Padre y el Espíritu Santo
vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
[Traducción de la versión oficial italiana –de Korazym— realizada por ZENIT.org].