HYDERABAD, miércoles, 21 julio 2004 (ZENIT.org).- La archidiócesis de Hyderabad (en el Estado indio sudoriental de Andhra Pradesh) intenta recuperar la normalidad tras el ataque que sufrieron el domingo pasado un sacerdote y varios fieles católicos por parte de un centenar de extremistas hindúes para impedir la construcción de una nueva iglesia, ya autorizada por el gobierno del Estado.
«La situación ha vuelto parcialmente a estar bajo control y estamos dialogando con las partes políticas y los extremistas para restituir la paz a la archidiócesis», declaró el martes a «Misna» el arzobispo del lugar, monseñor Marampudi Joji.
Eran las 9.30 horas del pasado 18 de julio cuando un centenar de extremistas hindúes irrumpió en el complejo del Ashram católico de Betania, en Piket, en los alrededores de la ciudad de Hyderabad –de unos 8 millones de habitantes–.
«El grupo estaba acompañado por dos emisoras de televisión locales», especificó el prelado.
Los fanáticos maltrataron al padre Joseph Vattaparambil, responsable de la comunidad católica de rito siro-malankar –uno de los tres existentes en la India, junto con el latino y siro-malabar–, quien resultó herido leve junto a otros católicos. Mientras el sacerdote huía, el grupo saqueó y devastó el edificio.
El ataque ocurrió justo en el momento en que estaba empezando la Santa Misa y todos los fieles quedaron aterrorizados por el repentino estallido de violencia.
«Su agresión estaba pensada para impedir la colocación de la primera piedra de una nueva iglesia dentro del complejo, que habría tenido que celebrarse a las 18.30 horas de esa tarde», añadió monseñor Marampudi Joji.
«El grupo ordenó que no se prosiguiera con los trabajos, de otra forma habría matado al padre Vattaparambil. El sacerdote está también acusado por los extremistas de conversiones forzadas, acusaciones obviamente infundadas», recalcó.
Algunas emisoras de televisión locales grabaron la escena y la transmitieron en los informativos de la tarde. La ceremonia de colocación de la primera piedra fue suspendida para evitar más tensiones.
El hecho ha suscitado temor en la comunidad cristiana local y la protesta oficial de la Iglesia.
El arzobispo de Hyderabad ha enviado un mensaje a Rajasekhar Reddy, primer ministro del Estado de Andhra Pradesh, expresando su preocupación por el grave acto amenazador y la evidente violación de la libertad religiosa contra la minoría cristiana.
Monseñor Marampudi Joji subraya que la Iglesia local ya ha recibido de las autoridades competentes el permiso oficial para la edificación de la nueva iglesia, confirma «Fides»
El prelado manifiesta también que la comunidad católica no ha violado nunca las leyes del Estado y que en la zona las relaciones entre comunidades religiosas diferentes siempre han sido pacíficas.
«Temo que los extremistas quieran crear odio, tensión y miedo», reconoció.
Pidiendo perseguir con decisión a los culpables de los actos de vandalismo, el arzobispo de Hyderabad ha invitado al primer ministro a «asegurar la armonía y la tolerancia en la sociedad y a proteger las minorías religiosas».
Igualmente confirmó que el sacerdote agredido está ahora bajo su protección. «Me he acercado al lugar y he acompañado personalmente al padre a nuestro arzobispado. Posteriormente me he dirigido al Ministerio del Interior, a la policía y al jefe del gobierno local» y «todas las autoridades me han asegurado protección y paz», observó a «Misna».
En la archidiócesis de Hyderabad viven unos 90.000 católicos entre 11 millones de habitantes.