ESSEN, martes, 30 noviembre 2004 (ZENIT.org).- El domingo pasado se interpretó por primera vez, durante la Santa Misa en la catedral alemana de Essen, el himno oficial de la XX Jornada Mundial de la Juventud.
Entre 250 participantes, el joven compositor Gregor Linßen fue el ganador del concurso convocado por el Comité organizador de la JMJ para elegir la partitura que acompañará a cientos de miles de jóvenes que el próximo agosto, desde todo el mundo, viajarán a Colonia para encontrarse con el Papa.
El título del himno, «Venimus adorare eum» –en latín–, se remite al tema del evento, «Hemos venido a adorarle»–Jesus Christus (Mt. 2, 2)—. En Internet, justo después de la presentación de la obra, se puso a disposición la partitura original y un fragmento de su ejecución musical. En la festividad de la Epifanía, el 6 de enero de 2005, serán presentadas las versiones en otros idiomas en Colonia.
Tras la celebración eucarística en la catedral de Essen, Ulrich Hennes –secretario de la XX JMJ— explicó a la prensa en la capilla de la Virgen de Oro el sentido del himno: «Al inicio del relato evangélico de Mateo sobre los sabios de Oriente» –eje de la JMJ– «encontramos la pregunta: “Dónde está el rey de los judíos que ha nacido”. Los que buscan a Dios se acercan a Él preguntando».
«Para sondear el misterio de la encarnación de Dios, el himno de la XX Jornada Mundial de la Juventud invita a acudir a la escuela de los primeros testigos preguntando» –aclaró–; es así como la primera estrofa interroga «qué ha impulsado a los reyes a abandonar de forma tan insensata sus palacios para seguir una estrella y arrodillarse ante un niño».
La segunda estrofa traslada la pregunta a los pastores, «cuyo mundo cambia completamente: abandonaron el rebaño, oyendo el canto de los ángeles –prosiguió–. También ellos se arrodillaron ante el niño».
Los reyes responden en latín culto: «Venimus adorare eum, Emmanuel», esto es, «Hemos venido a adorarle, Emmanuel» (que significa «Dios con nosotros»); por su parte, los pastores responden en su lengua materna, en este caso es alemán, «que nosotros –dijo Hennes–, como país anfitrión de la XX JMJ, les brindamos: “Dios está con nosotros, Emmanuel”».
Añadió que «la respuesta de los reyes y de los pastores lleva a la joven comunidad de los bautizados, reunida para la XX JMJ, a confesar la propia esperanza de encontrar a Jesucristo: en la Eucaristía (“en el pan y en el vino”) y en la comunidad de la Iglesia (“en ti y en mí”)».
Entonces en el himno «la esperanza de los jóvenes se expresa poéticamente uniendo la respuesta de los reyes y de los pastores, de los ungidos y de los profetas, la respuesta de los hombres de ayer y de hoy: “Venimus adorare eum, Emmanuel, Dios está con nosotros”», puntualizó, según recoge «Korazym.org».
El desarrollo del estribillo se convierte así en «el símbolo de una profesión de fe» de personas de toda clase y condición, «todas unidas en la adoración del único Dios verdadero que se ha hecho hombre en Jesucristo haciéndose cercano a los hombres».
«El testimonio de los jóvenes es la profesión ante el mundo de que Dios, en su Hijo Jesucristo, está al lado de los hombres. En su mensaje para la XX JMJ, Juan Pablo II escribe: “Adorad a Cristo. Él es la Roca sobre la que construir vuestro futuro y un mundo más justo y solidario”», concluyó.
A continuación presentamos una traducción de Zenit de la versión italiana adelantada por «Korazym.org» del Himno oficial de la XX Jornada Mundial de la Juventud:
«Venimus adorare eum»
Primera estrofa
¿Por qué los reyes dejaron sus palacios?
¿Por qué los reyes siguieron una estrella en camino?
¿Por qué los reyes cayeron de rodillas ante un niño?
Cuando se les preguntó, respondieron:
Primer estribillo
Venimus adorare eum – Emmanuel.
Segunda estrofa
¿Por qué los pastores dejaron de noche sus rebaños?
¿Por qué los pastores oyeron de noche el canto de los ángeles?
¿Por qué los pastores cayeron de rodillas ante un niño?
Cuando se les preguntó, respondieron:
Segundo estribillo
Oh, Emmanuel, Dios está con nosotros
Tercera estrofa
Por esto estamos aquí,
para adorarle.
Somos sus hijos,
ungidos y profetas.
Por esto estamos aquí,
para encontrarle
en el pan y en el vino y en tí y en mí.
Y cuando se os pregunte, entonces responderéis: <br>
Tercer estribillo
Venimus adorare eum – Emmanuel –
Dios está con nosotros.
Venimus adorare eum – Emmanuel –
Dios está con nosotros.
[Texto y música: Gregor Linßen 2004. Todos los derechos reservados a EDITION GL, Neuss].