LONDRES, jueves, 10 febrero 2005 (ZENIT.org).- El cardenal Cormac Murphy-O’Connor –presidente de la Conferencia de los Obispos Católicos de Inglaterra y Gales y arzobispo de Westminster— ha acogido con satisfacción las disculpas del primer ministro británico Tony Blair por la injusta encarcelación de once personas por los ataques con bombas del IRA en 1974.
«Doy la bienvenida a las disculpas del primer ministro por la injusta encarcelación de los cuatro Guildford y los siete Maguire», afirmó el prelado.
«Mi predecesor, el cardenal Basil Hume, desempeñó un papel destacado para ayudar a asegurarles justicia», recordó el purpurado. «Habría estado muy contento de ver este reconocimiento final de los esfuerzos en los que tuvo parte activa», apuntó.
Blair presentó el miércoles públicamente sus excusas a los miembros de dos familias cuya errónea encarcelación por los atentados con explosivos del «Ejército Republicano Irlandés» (IRA, por sus siglas en inglés) fue llevada a la gran pantalla tras el rodaje de «En el nombre del padre» («In the name of the father», 1993, dirigida por Jim Sheridan).
Los miembros de las familias Conlon y Maguire fueron encarcelados en relación con los atentados con bombas en Guildford y Woolwich, en Inglaterra. Uno de los atentados causó la muerte a cinco personas y heridas a otras 54.
En octubre de 1989 la Corte de Apelación anuló la sentencia de los cuatro de Guildford después de una campaña del entonces arzobispo de Westminster, el cardenal Hume.
«El cardenal Hume fue miembro de un grupo conocido como “The Deputation”, del cual formaban parte también lord Devlin y lord Scarman y dos ex ministros del Interior, Roy Jenkins y Merlyn Rees», explicó en una declaración el cardenal Cormac Murphy-O’Connor.
«“The Deputation” insistió en la inocencia de los cuatro Guildford y los siete Maguire a pesar de una notable oposición por parte de las autoridades políticas y legales», aclaró.
Blair presentó sus disculpas a miembros de las familias Conlon y Maguire en su sala privada en Westminster. En una declaración recogida en televisión, el primer ministro afirmó que las familias merecían «ser completa y públicamente exoneradas».