CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 28 febrero 2005 (ZENIT.org).- «Evangelizar por los medios no es algo meramente opcional sino mandato imperativo», afirmó el profesor Gerardo Pastor al intervenir en el Congreso “Chiesa e Media: un futuro che viene da lontano” organizado por la Santa Sede.
El antiguo rector de la Universidad Pontificia de Salamanca constató las diferencias que se dan entre esta teoría generalmente compartida y la realidad al responder a la pregunta «¿Es posible evangelizar a través de los medios?».
Su conferencia fue una de las ponencias del encuentro que convocó a comunicadores, obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, por iniciativa del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales entre el 24 y el 25 de febrero.
Por una parte, Pastor, misionero claretiano, constató cómo Juan Pablo II es «un excelente comunicador, que no se ha limitado a aparecer en televisión, radio y periódicos sino que ha llegado a condicionar la propia agenda setting de esos mismos medios».
«En el plano teórico la Iglesia admite y proclama la relevante importancia de los modernos medios de comunicación para evangelizar, sin embargo, en el plano de la acción las cosas ya no son tan contundentes», lamentó.
«Los servicios de prensa de muchas diócesis están mal organizados (si es que existen), contrastando con los de las empresas importantes», constató.
«Los portavoces oficiales diocesanos y de conferencias episcopales no siempre cuentan con preparación periodística y reflejos comunicacionales para dar respuestas ágiles, transparentes, claras y adecuadas en el momento oportuno», observó Pastor.
Este catedrático español sugirió ver el acto evangelizador como «comunicación persuasiva», entendiendo por ésta no una seducción o adoctrinamiento, sino como «convencer con argumentos».
Pastor advirtió que el lenguaje mediático es «formalmente diverso al que utiliza la oratoria sagrada o la homilética».
El lenguaje mediático «exige mucha síntesis, eslóganes y frases sugerentes» y se trata de un habla sin distingos teoréticos «más intuitivo que analítico, más narrativo que discursivo, menos rutinario y repetitivo que el académico».
«En un mundo que ha asimilado ya la nueva cultura mediática, la Iglesia no debe aletargarse, actuando a destiempo o con prepotencia doctrinal, como si hablara únicamente para sus propios fieles», consideró.
Pastor, que es doctor en Ciencias de la Educación y Psicología por la Universidad Pontificia Salesiana, lamentó que «desafortunadamente, los mejores profesionales de la comunicación suelen carecer de formación teológica, mientras que los mejores oradores y escritores eclesiásticos suelen carecer de sensibilidad y experiencia en la comunicación mediática».
