BEIRUT, miércoles, 2 marzo 2005 (ZENIT.org).-
Tras las dimisiones del gobierno, el Consejo Superior de los Obispos Maronitas ha pedido este miércoles la conformación de un gobierno interino para la convocación de elecciones en primavera.
El presidente libanés, el cristiano Emile Lahoud, debería realizar consultas con el presidente del Parlamento, el chií Nabih Berri, y con las fuerzas políticas del país, para buscar un sustituto al primer ministro dimisionario, el suní Omar Karame (favorable a Siria), que necesariamente tiene que ser otro suní.
La dimisión de Karame no ha resuelto la crisis que se abrió el 14 de febrero con el asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri y las protestas callejeras siguen adelante con la esperanza de forzar la salida de los 14.000 soldados sirios que entraron durante la guerra civil (1975-90) a petición del gobierno de Beirut.
«Exhortamos al poder y al Parlamento a formar rápidamente un gobierno interino, neutro, encargado de organizar elecciones legislativas para la próxima primavera», afirma el comunicado de los obispos que se reunieron bajo la presidencia del cardenal Nasrallah Sfeir, patriarca maronita.
«Es inaceptable dejar que las cosas sigan arrastrándose y crear un vacío constitucional, pues sería un salto en lo desconocido que podría llevarnos al derrumbe económico», anuncia el texto.
En torno al 40% de los menos de cuatro millones de habitantes del Líbano son cristianos, en su mayoría católicos de rito maronita. La mayoría de la población es musulmana.